Iris ( Neil Perry)

Carpe Diem

El sol inundaba toda la habitación de Iris y John. Iris estaba todavía en la cama, en toda la noche había logrado conciliar el sueño. Solía sufrir de insomnio cuando llegaba a lugares nuevos. Abrió los ojos con dificultad y se quitó las legañas. Se puso un jersey azul, que era de su madre, y se enfundó unos pantalones negros. Con rapidez se calzó unos zapatos cerrados. Miró el reloj de su mesilla. Las nueve y media, sin apenas peinarse, cogió un cuaderno y el libro de cinco siglos de poesía y salió pitando de la habitación. Escuchó un ruido proveniente del gran pasillo, donde estaban los recuerdos del pasado glorioso de Welton.

John Keating se paseaba alrededor de los chicos. Pitts estaba leyendo un verso de Robert Herrick

" A las vírgenes para que aprovechen el tiempo".

 "Continué por favor" le animó John, sin percatarse de la presencia de Iris, que ahora estaba detrás de Knox, porque no quería que le echara la bronca por haberse quedado dormida.

" Veloz el tiempo vuela, la misma flor que hoy admiráis mañana estará muerta" cuando Pitts terminó de leer el poema, John pensó un poco mientras ordenaba sus pensamientos.

" Estos versos forman parte de la expresión latina " carpe diem", ¿quien me dice, que significa?" dijo Keating.

" Carpe Diem es aprovecha el momento" habló el pelirrojo con gafas que debía ser Meeks.Cameron escuchaba con atención mientras tomaba nota de todo lo que decía Keating.

" Cameron, eso no es necesario apuntarlo" comentó Iris riendo.

" Mi madre me matará como no apruebe literatura" se quejó el pobre Cameron, cuyas manos sudaban. Su mente pedía demasiada perfección para un cuerpo tan pequeño.

" Cameron, lo harás. Disfruta de la clase, las notas son solo un añadido. No encontrarás a otro profesor en tu vida, que te de una clase sobre " Carpe Diem", es su expresión latina favorita, la clama desde la proa de un barco. Siempre dice que no podemos dejar que los gusanos se coman nuestros sueños, si los dejamos convertirse en tuétano acabaremos encerrados en la tumba del que murió por la verdad. Nos sentimos inclinados a ser tan realistas que la mayoría de veces olvidamos que somos efímeros y que el tiempo es fugaz como la estrella extinguida que se creyó inmortal. ¿Por qué tenemos que ser lo que no somos? Disfrazamos nuestras mentiras de nebulosa para que piensen que esas sonrisas no son una falsa mueca que rompe el espejo de vergüenza. Ellos nos llamarán necios por soñar durante el día, cuando los únicos necios son ellos por cortar sueños con el cuchillo más afilado, la desesperanza". Neil se quedó ensimismado observando como la voz de Iris había ido creciendo paulatinamente, hasta convertirse en una emocionada voz, que hizo algunos alumnos dejar de prestar atención a Keating para fijarse en ella.

" Bonita percepción de " carpe diem", señorita Millais Keating. Señores, no estaremos aquí eternamente, aunque sé lo mucho que les gustaría, así tendrían fiestas, alcohol, sexo. Aunque no lo crean, todos y cada uno de los que estamos aquí, algún día nos enfriaremos y moriremos, seremos pasto de los gusanos, seremos los raíles por donde pasa el tren y este tren que no es otro que el del final de la vida, nos descuartizará lentamente para que veamos a cámara lenta, todo lo que nos hemos dejado guardado en cajones. Piensen en los besos que aún no han dado y que les quedan por dar, piensen en las cartas que aún no han escrito y que se han quedado varadas en el tiempo. Miren, el tablón, ven todos esos muchachos, aunque fuera hace cien años, esos críos estuvieron en el mismo lugar que vosotros, y miren todo lo que han conseguido, ellos están criando malvas ahora. Me inclino a pensar que consiguieron todo lo que se propusieron porque si no, que traste de vida, ¿ no creen?. ¿No cree usted, señor Perry, que una vida vacía de sueños es una vida perdida? " Instintivamente Neil miró a Iris, quien le había quitado el bolígrafo a Cameron y estaba ocupada escribiendo en su cuaderno cualquier frase de John que le hubiera cautivado. Neil solo asintió sabiendo que su vida no estaba vacía de sueños, los tenía y golpeaban su corazón como las olas arrasan las rocas del faro, pero había una montaña en su vida difícil de escalar.