El diario de Jayden

Capitulo 5- Flames and Snow

---Jueves/5/Diciembre---
2:30 am

Querido diario, la noche es fría y mi viaje comienza, me es difícil manejar esta yegua sus pasos son muy fuertes, el entorno desértico en la noche es algo muy aterrador pero al mismo tiempo es algo muy hermoso, la luna azul y las estrellas, la arena que parece ser gris ante la noche pero no poder ver a más de tres metros es algo desconcertante, Carter no me ha dicho nada desde hace algunas horas viento y nada más, el sonido de una lechuza suena a lo lejos, los caballos detrás mío están cargando a lo que queda de mi equipo, sangre en mi hombro y un gran dolor en mi espalda, es como la noche dijera ya están muertos pero les daré un pequeño descanso, no puedo oler a los zombis ni tampoco a los Limeran aunque me preocupan aquellos perros de hace rato no tengo que decir, ahora hay tantas preguntas en mi mente ¿por qué Donkara nos atacó?, ¿que es lo que sucede con Carter?, ¿qué es el?, ¿cuántas criaturas más ay en esta guerra?, ¿sobreviviremos?, ¿alguien más estará sufriendo lo mismo?, ¿de que nos sirve vivir si el mundo ya no es nada más que una mierda?

Esas son mis preguntas al viento, extraño mi vieja vida, extraño a mi novio, extraño la rutina es algo loco no lo crees siempre odie que no pasara nada interesante en la ciudad pero ahora, ahora solo quiero que todo vuelva a la normalidad, quiero despertar en mi habitación y que yo me diga que todo era un simple sueño, si solo un sueño y nada más, espero que no hayan sufrido, que mis amigos murieran en paz, que no sintieran más dolor al morir al menos ellos ya se fueron, yo aún me quedo aquí, me siento como un animal en el zoológico, mis visitantes se van pero yo me quedare 

Carter: -entonces cuando vas a preguntarlo- 

Jayden: -¿que cosa?-

Carter: -lo que soy, por qué puedo hacer lo que puedo hacer- 

El león cree que todos son de su condición. Jayden: -no realmente no tengo nada que preguntarte, nos salvaste es lo único que importa- 

Carter: -gracias eres la primera que no me llama monstruo cuando mato aun ejército, pero supongo que tienes derecho a saberlo, saber que lo que me paso-

Jayden: -¿lo que te paso?- 

Carter: -ahora escúchame bien porque esta historia nunca se la he contado a nadie, espero que guardes el secreto-

Jayden: -lo guardare, te lo juro por mi alma-

Ase un tiempo atrás cuando comenzó todo esto yo estaba con mi familia, estábamos acompañando a mi padre por la gira de su nuevo libro, el oso negro recuerdo que así se llamaba su libro, yo solo estaba cansado de ver que mis padres disfrutaran la fama ya estaba harto de todo eso así que fui a un bar, uno donde ahogar mis emociones en alcohol, ya estaba bastante ebrio pero aun así consciente de lo que pasaba a mi alrededor, me encaminada al hotel cuando la guerra comenzó, me sorprendió bastante pues perteneciendo al ejercito de retención jamás se me aviso de nada veía tumultos correr por el terror, pero terror aquel no escuche disparos, aviones, ni tanques, acaso era una guerra fría, no sabía si estaba alucinando por el alcohol en mi sangre pero veía personas comerse entre sí y por estar ebrio solo comencé a reírme, entonces un hombre con aspecto enfermizo y la boca cubierta de sangre salto asía mí y yo solo saque mi mágnum y le dispare entre los ojos.

Así mismo volándole el cerebro cuando vi lo que había echo mi embriagues desapareció de golpe, la guerra había comenzado pero no cualquier guerra una infestación zombi es decir una guerra bacteriológica, esto no estaba planeado hasta el 29 de Octubre del 2056, intente correr asía donde estaban mis padres a aquel hotel, las calles, los edificios, el aire, la luna, la noche todo estaba muy oscuro, la luz se había cortado de inmediato, entre al hotel para solo encontrar gente comiéndose entre si, había entrado a un nido de zombis sin saberlo y con pocas balas solo pude matar a unos cuantos, llegue al cuarto 28 el cuarto donde nos hospedábamos, por un momento sentí que me derrumbaba, había dos cadáveres en el piso una mujer y un hombre de verdad creí que eran mis padres tenían heridas de bala en sus espaldas y alguien sentado sobre la cama, una silueta negra con sombrero hasta que un rayo alumbro la habitación no creí encontrarlo y verlo tan cerca mío era el...