El diario de Jayden

Capitulo 12- Mira hacia el espejo y llora

Fuimos entrenadas desde los 3 años, convertidas en lo que desean que seriamos, una aguja invisible que caen desde lo alto, la daga que se llena de sangre, el cuchillo de cristal, la estrella que todo lo corta, hasta la edad que pudiéramos conseguir, hasta que nuestro cuerpo aguante, hasta que nuestra alma se quiebre y hasta que nuestro corazón deje de latir, no conocemos nada mas, no existe algo mas no hay amor, no hay miedo, no hay piedad y solo sabemos el color de la sangre y lo mucho que deseamos verlo en el aire, los lotos no florecen más que su propia cuenta y no necesitan de alguien más pero si así fuera solo un alma con valor para unirse en el agua fría sería capaz de salvar al otro, pero nunca sucederá porque estamos solas en este mundo, nacidas de las cenizas de las yakuzas sobrantes y en esta guerra y en muchas otras seguiremos saliendo desde las sombras para matar aquel que fue señalado con el pétalo azul, somos las katanas de la luna, somos las sombras de la sangre, nacimos para matar somos el nombre que jamás podrás pronunciar porque ya estás muerto.

Me sentía abrumada, congelada por el frio, con las palmas de mi mano ardiendo, había bastante sangre saliendo de entre mis uñas goteando emitiendo aquel sonido vacío, escombros caían para amenizar este momento, fuego apagándose en la cornisa de los edificios destruidos, plumas desarmándose por mojarse en el suelo mire mis heridas, mi corazón latiendo fuerte casi a punto de romperme el pecho, Leopad tocándose la garganta, Ana sobándose el hombro y su mirada triste nadie aquí quería hablar, caí de rodillas y en serio tenía muchas ganas de dormir sin más en el suelo sucio, sobrevivimos debido a él gran vigor que mantuvimos en la adversidad fue la fortaleza y la mente lo que nos salvó pero ahora que seguía, una página vacía mas, irnos, quedarnos y si no fuera así a donde iríamos, que más queda solo nosotros, estaba brumada, cansada, hambrienta tenia tantos deseos de volver a casa no podía creer que esa bestia pudiera existir y mucho menos que lograra hacer tanto desastre, el terror en mi era verle abrir los ojos nuevamente así que me le quede viendo un largo rato esperando movimiento pero jamás sucedió y como era de esperarse creí que llegarían, todos de vuelta a mí a gritarme acerca de que yo soy la culpable de todos sus problemas pero ni siquiera podía hablar ellos tampoco, esta sensación de victoria era amarga y dolorosa en nuestros cuerpos si había sido manipulada nuevamente y ahora se me habían acabado los chanches de la vida, las oportunidades para seguir mi trayecto, necesitaba alguien más que decidiera que haríamos, Cake llego maullando junto a mi lamiendo las puntas de mis dedos sangrantes sentía como si alguien me estuviera rompiendo lentamente el hueso y ni siquiera podía decirle que parara, cuando trate de hablarle por su nombre sentí un dolor en el pecho inmensamente doloroso y mi voz dejo de sonar, mi respiración se detuvo en seco y mis ojos miraron fijamente al frente como una estatua, me quede quieta y luego me desmaye.