MI CHICO MALO.

Capítulo extra.

MI CHICO MALO

—Abby Jones—

—Extra explosivo—

Escucho el fuerte grito de mis amigas y salgo corriendo solo con mi ropa interior puesta, me estaba vistiendo. Pienso que algo les ha pasado hasta que veo a Liam y a Tania, sin poder creerlo me les tiro encima porque hace meses no nos vemos. Ya llevo seis meses acá y ninguno había tenido tiempo de visitar al otro y los únicos que han venido son Vidal y mi tía Karla que ahora está embarazada. Le doy un beso a Liam en la mejilla y otro a Tania.

—Tenían que avisarme que venían —me tiro en uno de los muebles—. Pensé que ya no seguían juntos, con eso que se la pasan discutiendo.

—Eso es amor, nena —Liam me mira de pies a cabeza—. Deberías ponerte ropa, tu cuerpo esculpido por los dioses no es para que ande solo con poca ropa.

—En serio que no sé qué dan de comer en la Universidad de Oxford porque estás malditamente buena, tu cabello ahora es rubio, bueno, más que antes, tu cuerpo de guitarra y, para rematar, más directa, te odiarán —se ríe Tania—. Por ahí ya me contaron las chicas que andas de coqueta, andas en carreras y metida en bandas de música.

—Pero es mejor eso a que esté sufriendo por el tarado de Ades —mi hermana se levanta del sillón—. Abby merece algo mejor que quedarse encerrada a llorar otros meses por alguien que vale tan poquito.

—Celeste, ya eso es pasado —Dayana le da un golpe haciendo que soltemos una carcajada—. Chicos, me alegra que estén aquí, pero pensé que cuando nos volviéramos a ver estaríamos todos juntos.

—¿Quién dice que no estamos todos? —Liam nos mira con una ceja levantada y cruzado de brazos mientras nosotras seguimos esperando—. Hemos venido todos, solo que el resto se quedó en el hotel, venimos por ustedes para irnos a KlasiT, es tiempo de disfrutar.

—¿Esa no es la discoteca nueva? —asiente con una sonrisa—. Donde todos van solo por sexo y nada más, interesante.

—Debemos ir, jamás me perdería follar en ese lugar —Dayana se acomoda sus senos en su top.

—También pienso ir, aparte, veré a Owen —Celeste sonríe como buena tonta—. Es que le daré una buena follada que lo dejaré sin respiración.

—Cállate, él te follará a ti no tú a él —Tania me mira—. Debes saber que el imbécil de Ades estará, él es amigo de los chicos que lo han disculpado por todo y no quisieron que se quedara, te entiendo si no quieres ir porque…

—Claro que voy —interrumpo—. Mira Tania, te voy a decir una cosa, Ades me lastimó mucho, pero ya no siento nada por él desde hace mucho, él acabó con todo y esa chica tierna que conocías ya se perdió y, la verdad, no pienso perderme una salida con ustedes porque Ades estará, me cogeré hasta al barman, pero pienso ir sí o sí.

—¡Punto para Abby! —gritan las chicas al unísono.

—Entonces, vayan y se arreglan. Ah, no habrá barman —Liam me abraza—. La novia de Vans también ha venido con nosotros, por favor, nada de celos.

—No seas payaso, Vans es mi amigo —lo empujo—. Y por fin voy a conocer a esa chica que hizo que me olvidara.

—Vans sigue pensando en ti, solo le gusta la chica —me susurra Tania—. Él me lo contó.

—Pésimo por él —levanto mis hombros con desinterés—. Yo no soy lo que él conoció, ya verás que sus ilusiones se van al piso cuando me vea.

—O quizás le causes unas ganas tremendas de tenerte entre sus piernas, con eso que te has puesto divina —Dayana hace un baile de cejas muy coqueto.