ME QUIERO ENAMORAR

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ME QUIERO ENAMORAR
Capítulo 6

Escrito por: Alendra Mac
Wattpad: AleMacAmor (COMPLETA)
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EVANS

¿Sexi? Más que ello. Sexi, hermosa, atrevida e inteligente. ¿Cuántos atributos más puede tener esta mujer? Tan sólo han pasado unas horas fungiendo como mi nueva asistente y ya no la aparto de mi mente. Detesto sentir esta necesidad de conquistarla puesto que será más difícil de lo que puedo imaginarme.

Veo el reloj y son casi las cinco de la tarde, quisiera tener un pretexto para evitar que salga con Leo, no quiero que él intente algo con Alana puesto que la quiero para mí.

—¡Vaya!, pensé que debía buscarte en un bar o en algún centro nocturno de esos de los que tu cierras para tener privacidad —es la voz de Paulina que entra a mi oficina sin llamar a la puerta. Yo la veo con total seriedad.

Es verdad que son un maldito hijo de puta por pintarle el cuerno a mi futura esposa, pero soy así y ella aún sabiendo ha aceptado comprometerse conmigo así que no tolero sus reproches.

—¿Sigues de mal humor? —la cuestiono sin colocarme de pie para saludarla.

—¿Mal humor? ¡Maldito imbécil! —grita molesta y no digo palabra a pesar que sabe que detesto que venga a la empresa a armarme sus numeritos. Se coloca frente a mí del otro lado del escritorio posesionando sus manos cruzadas frente a su pecho.

Bien dice mi madre el dinero no es sinónimo de educación y Paulina está tan consentida como mal educada. Ahora es cuando me pregunto si en verdad me quiero casar con ella.

Paulina, una chica de buen nombre, adinerada. Cuando la conocí era virgen y he podido moldearla a mi gusto en la cama, seria una estupidez si dijera que no me gusta, porque es muy guapa.

La observo de pies a cabeza y sonrío mentalmente recordando las mil ocasiones que la he hecho mía, pero, en verdad seré capaz de soportarla a diario con su sin fin de reproches. Ella no deja de maldecirme pero yo hundido en mis pensamientos sólo veo como mueve sus labios sin sacarme de mi memoria.

—Si vas a seguir con tus malditas aventuras por lo menos ponte una maldita máscara para que pueda dejar de ser el chiste de todos nuestros amigos ¿Me escuchas Evans? —toma las hojas que encuentran frente a mí y me las arroja a cara al notar que sólo la veo sin escucharla.

—¡Basta, Paulina! —digo molesto colocándome de pie— Si no me soportas entonces olvidemos nuestro compromiso—propongo sin analizarlo un sólo segundo, ella me da una bofetada y yo cierro los ojos. Estoy furioso y no puedo disimilarlo, pero jamás le pondría una mano encima ni a ella ni ha ninguna otra mujer.

—Primero te mato, idiota —camina hasta mí y me toma por la corbata para darme un apasionado beso.

—Loca voluble —le digo sin despegar mis labios de los suyos.

—Imbécil mujeriego, un día estos me hartaras y te dejo por otro que por lo menos mantenga su pene en la misma vagina por más de una semana —golpea mi mejilla nuevamente.

—Esa sería una posición muy incómoda —bromeó y ella sonríe. Me hace gracia que ahora hable de esa forma, cuando la conocí era toda recatada y la he convertido en una mujer sin inhibiciones cuando está conmigo.

—Te odio, Evans —me toma del cabello y me da un tirón hacia atrás en tanto estampa sus labios de forma agresiva una vez más a los míos, sonrío en sus labios, sé lo que busca.

La subo de forma brusca al escritorio dejándola sentada sobre el, le daré lo que quiere, la he hecho adicta a mí y me satisface que así sea.

—¿Del uno al diez cuánto has extrañado que tengamos sexo? —la cuestiono en tanto beso su cuello.