Día 1: Crush culture

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Advertencias: Creo que no tengo ninguna, banda, solo que es aged up como un año. De todos modos, la canción usada se llama "Crush culture" de Conan Gray, es la que está al inicio (les puse la traducción, just in case). Ships secundarios: Kiribaku, Inatodo, Minamomojirou, Izuocha.

— Ay, Bakugō, eres el mejor novio del mundo, eres tan masculino, cásate conmigo, bla bla bla, ugh — se quejó Kaminari en su cuarto mientras intentaba arreglar su cama.

Tomó su almohada y la aventó a la cama con fuerza para descargar su frustración, dejando escapar un grito ahogado cuando -por la misma fuerza- la almohada rebotó y cayó al suelo, por lo que tuvo que volverla a colocar con más cuidado, pero ya más enojado.

— Y, oh, Jirou y Momo son simplemente las mejores novias del mundo porque son tan atentas. A nadie le importa, Mina — volvió a hablar, tomando una camisa, para después lanzarla al cajón abierto de su cómoda. Su mohín dejaba en claro que él estaba haciendo más un berrinche que cualquier otra cosa.

No es que a él le disgustara el amor. O bueno, quizá sí un poco, pero era totalmente porque él no lo tenía y eso le enojaba aún más.

— Y, vaya, creo que Inasa me ha invitado a tomar un café después de las clases complementarias. ¡Me da igual, Todoroki! — chilló apretando su sudadera favorita para después lanzarla a su escritorio, logrando tirar una libreta. Se quedó callado unos segundos, contemplando dicho objeto, para después hacer una rabieta silenciosa sin despegarle la vista de encima.

Se dejó caer en la cama y, claro, se golpeó la cabeza contra la pared, por lo que simplemente ahí soltó un buen grito de estrés y pateó el aire, para después cambiar su posición y refugiarse en la almohada, queriendo llorar sin saber por qué.

— Uraraka fue más valiente que yo confesándose a Midoriya en pleno descanso — lloriqueó contra la almohada, pataleando nuevamente, aunque esta vez contra el colchón, deshaciendo la cama que "tanto" se había esmerado en arreglar.

Con lágrimas en los ojos y un puchero lo suficientemente tierno para lograr que alguien quisiera apapacharlo, Denki notó en la esquina de su cuarto la guitarra que Jirou le había regalado en su cumpleaños. Desde el festival cultural de su primer año en prepa, Denki se había interesado mucho por tocar la guitarra y, con clases una vez a la semana impartidas por Jirou, el niño ya era muy capaz para tocar lo que deseara, cuando lo deseara. En otras palabras, en ese preciso instante.

Limpió sus lágrimas en la almohada y se levantó de la cama, tomando la guitarra. De paso, alzó la libreta que había tirado antes y se sentó en el suelo, con la espalda recargada en el borde de su cama. Acomodó el instrumento en sus brazos y suspiró, recordando una canción que hacía poco había descubierto sin querer, en la playlist del teléfono de Sero...

— Ah, Sero... Maldito idiota — susurró para sí mismo, comenzando a tocar.

No era como que se hubiera aprendido los acordes desde el primer día en que la escuchó porque era una canción que le gustaba al chico del que estaba enamorado, pff. Tonterías. De todos modos, esa canción tenía una relación de amor-odio con Denki, porque, aunque describía perfectamente sus sentimientos hacia toda esa cultura del amor y las "estupideces" diarias que se encontraba en las parejas de su clase porque él no llegan a tenerlo, solo podía pensar que Sero solamente no estaba interesado en absolutamente nadie y por eso le resultaba molesta esa cultura y tenía afinidad por la canción.

Claramente, Kaminari no era muy listo, ni se había pensado que tal vez Sero estuviera en las mismas que él, gustando de alguien sin poder decírselo por los nervios y ahogándose en su desgracia llamada soltería en medio de tantos enamorados. "Puaj".

¡SeroKami Week 2020!Where stories live. Discover now