Ahora sus cabezas duelen.

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El tiempo parecía ser tan lento.

Todo parecía ser una tortura par todos ellos. El sol había salido de nuevo, pero ellos seguían hundiéndose en su propia miseria.

Los corazones latiendo fuertemente y la preocupación llenando su sistema. Necesitaban respuestas rápidamente, pero no recibían ninguna.

Las chicas lloraban desconsoladas, no podía parar. Su mente llena de ideas y escenarios descabellados.

—Llorando nada va a arreglarse.—Masculló Hoseok.

Jennie le lanzó una mirada de rabia.

—Cállate. —Respondió entre dientes.

— Le advertimos. Le dijimos que parara. Que no era sano para ella.—Continuó, sin escuchar a Jennie.—Nunca había consumido tanto. No sé qué le ocurrió esa noche.

Rosé sollozó escuchando cada palabra. Negó con la cabeza y llevó las manos a cada lado de su cabeza. No quería escuchar nada más. Ya no más. Sentía las manos temblar, el miedo invadiendola.

—Ella va a estar bien.—Dijo el chico pálido. Hablando por primera vez en la noche.—Lisa va a estar bien. Todos vamos a estarlo.—Susurró más para él.

Jennie asintió:—Todo volverá a estar bien. Lo prometo. Yo los voy a ayudar.—Prometió.

Antes de que alguno pudiera decir algo, la persona que tanto habían estado esperando apareció por aquella puerta.

Los chicos se levantaron de inmediato al ver que el doctor había llegado. Sus miradas cayendo al ver la actitud del hombre.

El anciano soltó un suspiro y no supo por dónde empezar. Se quitó los guantes y tapabocas. La noticia doliendo un poco para él también.

—La señorita Manoban...—Susurró.

Jennie miró su rostro. Intentando descifrar lo que había pasado y casi no siente el latido de su corazón cuando vio lágrimas acumuladas a cada lado de sus ojos.

—Ella no lo soportó.

xanny » yoonnieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora