El amor apesta

2.3K 263 51
                                    

(Shirabu)

Ya han pasado dos semanas desde que a Kei y a mí nos rompieron el corazón. Llegue a una conclusión, el amor apesta. Además, estoy considerando volver a mudarme con él y con Ken. No me gusta vivir solo, el silencio es inquietante.

Honestamente, la única razón para dejar de vivir con ellos, fue que Tsu quería pasar más tiempo conmigo, ¿y qué mejor forma que viviendo juntos? Ahora me doy cuenta de que fue un terrible error... 

En ese momento, no considere que pudiéramos terminar, pero bueno. Tengo que empezar a superarlo, o al menos intentarlo.

-Hola, Shi. -Escuche una voz detrás de mí mientras entraba a la Universidad.

-Hola, Tobs. -Salude a mi amigo. - ¿Qué tal todo? –

-Bien, supongo... -Mi amigo se detuvo, mirando hacia otro lado. - ¿Ese no es Ken? –

Desvié mi vista hacia donde señalaba, y efectivamente Ken venía caminando, pero... se ve enojado, muy enojado.

- ¡Ken! -Tobs lo llamo, y él vino.

- Hola. -Murmuro, mirando el piso.

- ¿Todo bien? -Pregunte. Él negó. 

- Me pelee con Akira. -Su voz apenas se escucha, pero ambos estamos lo suficientemente cerca como para oír.

- Lo siento. -Le dijo Tobs. - ¿Quieres contarnos? –

- La verdad, no. -Ken es muy reservado con respecto a su relación. Solo habla con nosotros cuando necesita una segunda opinión o las cosas se ponen muy mal. -Tengo que ir a clases, nos vemos en el almuerzo. –

La mayor parte de los días, nuestros horarios coinciden, por lo que, casi siempre comemos juntos.

Los tres nos separamos, Tobs y yo bastante preocupados. Quizás debería enviarle un mensaje a Kou... pero a lo mejor y no es nada... al menos eso espero.

Fui a mis clases, sin embargo, no paraba de ver la cara de Ken enojado en mi mente. Tal vez en el almuerzo si mande un mensaje al grupo...

-Shirabu-san. -Escuche la voz de uno de mis compañeros. -Dos chicos te buscan. –

Ken y Tobs estaban en la puerta de mi salón... y el profesor ya se había ido. Parece que me he quedado pensando por mucho tiempo.

-Hola chicos. -Salude a mis amigos. Ken se ve un poco mejor.

-Perdón Shi, pero como no venias nos preocupamos. -Me explicó Tobs.

Comenzamos a caminar, hablando de cualquier cosa. Estábamos yendo hacia las maquinas expendedoras pues Ken se olvido de traer algo para tomar, cuando lo impensable sucedió, de nuevo.

Dimos la vuelta en una esquina, y Ken y Tobs se detuvieron en seco mirando al frente. Yo me voltee, y... Definitivamente, el amor apesta. 

Kindaichi y Kunimi se están besando contra una de las paredes...

Iba a decir algo, cuando dos brazos me agarraron y me jalaron hacia el otro lado. Tobs y Ken no me soltaron hasta que llegamos al patio. Entonces, se apoyaron contra un árbol y miraron fijamente el piso.

- ¿Chicos? -Que ninguno de los dos diga nada, ni muestre señales de vida es un poco perturbador. - ¿Chicos? –

- Dile a Keiji que venga. -Mascullo Ken, manteniendo sus manos cerradas en puños, a los lados de su cuerpo, y sin ninguna expresión en su cara.

Tobs no está mucho mejor. Parece como si estuviera calculando algo, y tiene los brazos alrededor de su abdomen.

- De acuerdo. -Asentí. 

Ni siquiera lo pensé dos veces, llame a Kei y le dije que tenia que venir de inmediato. Nuestro amigo nunca tiene problemas con venir a buscarnos. Mucho menos si es por algo importante, y yo no dudo que en menos de cinco minutos ya este estacionado afuera.

-Chicos, vamos a la entrada. Kei llegara enseguida. -Musite. Ambos empezaron a caminar, y note que sus ojos parecen vacíos.

Apenas cruzamos la entrada, nuestro amigo estaciono el auto y bajo.

- ¿Están bien? ¿Qué paso? -Nos preguntó, antes de ver el estado de mis dos compañeros. - ¿Kenma? ¿Tobio? –

- Tsukishima no es el único infiel. -Murmuro Tobs, y una lágrima descendió por su mejilla.

- Lo sabía. -Ken esta apretando sus manos para no llorar. -Lo sabía y preferí no verlo. Preferí creer que estaba imaginando cosas. –

Kei no dijo nada, ayudo a Ken y a Tobs a entrar al auto. Yo me subí con él en la parte delantera.

- ¿Mi casa o la tuya Kenjirou? -Me pregunto. Le dije que la suya y mande un mensaje al grupo...

Está debe ser la primera vez que no me importa lo rápido que mi amigo conduce

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Está debe ser la primera vez que no me importa lo rápido que mi amigo conduce. Yo solo tengo los ojos puestos en el espejo retrovisor, donde veo a Ken y Tobs con lágrimas en los ojos, mirando por las ventanas. Que ninguno de los dos diga nada o grite me está poniendo los nervios de punta, porque si hay algo que no dudo, es que verlos callados es más inquietante que verlos gritar.

Team of Setters: Familia por siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora