Team of Setters: Familia por siempre

La cita doble de Kenma

(Kenma)

No entiendo bien como es que paso. Se suponía que yo iba a quedarme a dormir en casa de Osamu porque tenía un juego nuevo y quería que lo estrenáramos juntos. Se supone que eso era todo, dos amigos jugando videojuegos juntos, comiendo frituras, y luego yéndose a dormir. Lastima que no pensé en que, gracias al juego, ambos empezaríamos una guerra de almohadas, yo tropezaría, y terminaría sobre él, besándolo...

Inmediatamente, al ver lo que estábamos haciendo, nos separamos, y mi cara se volvió roja. Iba a disculparme, cuando él se me adelanto.

-Perdón. -Me dijo, yo asentí murmurando lo mismo, y volvimos a jugar.

A pesar de eso, todo se volvió incómodo, y Osamu termino durmiendo en el sofá para darme espació. Al día siguiente, estábamos desayunando, cuando mi teléfono empezó a sonar con los mensajes del grupo de setters. Iba a revisarlos, pero la voz de mi compañero me detuvo.

-Kenma. -Me llamo, y yo lo mire. - ¿Te gustaría salir conmigo? –

-Claro, ¿a dónde quieres ir? -Le respondí, pensando en una salida de amigos.

-No creo que me entiendas. -Aclaro. -Quiero salir contigo en una cita... -

Mi mente se quedo en blanco durante unos minutos, y cuando finalmente reaccione, me sonroje y baje la mirada.

-Em, está bien. -Acepte. -Pero tiene que ser con uno de mis amigos y su pareja. Quiero que sea una cita doble. –

No quería ir con él solo. La verdad, no estoy seguro de como terminaría una cita con uno de los hermanos Miya, y tengo algo de miedo de descubrirlo.

-Si así te sientes más cómodo, está bien. -Me contesto sonriendo, y tomando mi mano. - ¿El martes te parece bien? –

Asentí, y termine mi desayuno viendo los mensajes de mis amigos. Keiji se había metido en un buen aprieto y me necesitaba, por lo que, espere a Atsumu, y luego, los dos nos fuimos a mi casa.

De todos los setters, Tobio es el único que no se burlaría de mí por pedirle que me acompañe en una cita con Osamu, aunque tiene la dificultad de que su novio no me aprecia mucho. Sin embargo, preferí correr el riesgo y pedirle ayuda a él.

Creo que nunca me sentí tan aliviado, como cuando un día antes de la cita, Tobio me envió un mensaje diciendo que había logrado convencer a Hajime, y que quería los detalles de lo que haríamos en la salida.

Decir que estaba nervioso, es poco. Me mire en el espejo cuatro veces, antes de que mi cita y mi amigo vinieran a buscarme. Tooru siempre dice que, para una cita hay que vestirse bien, y no es como que a mí me importe mucho como luzco, pero esta vez es diferente.

Una vez que los cuatro estuvimos en el auto de Osamu, él y yo adelante, y Tobio y Hajime atrás, mi cita condujo hasta un restaurant algo lujoso. Todos nos bajamos, y él me agarro de la mano, a lo cual no me negué.

Debo decir que, para ser de una familia rica, no me gustan mucho los lujos. Soy bastante simple, lo único que me gusta, es que puedo comprar todos los videojuegos que quiera, y a mis padres no les afecta en nada; así que, cuando entramos al lugar, la verdad, me sentí bastante incómodo.

Los cuatro nos sentamos en una mesa que Osamu había reservado, y para romper el silencio, Hajime se puso a hablar con él. Yo, por mi parte, le hice una seña a Tobio, y ambos empezamos a mandarnos mensajes con los celulares. Mi amigo intentaba darme ánimos, y yo declinaba a todo.

Odio que Tobio tenga razón. La comida llego, y el ambiente incomodo no cambio, ni yo abrí la boca, hasta que mi amigo me pateo por debajo de la mesa.

-Osamu, ¿qué haremos después de comer? -Pregunte, frotándome la pierna adolorida.

-Pensaba llevarte al nuevo acuario de la ciudad, si te parece bien. -Me contesto, y yo asentí.

El resto del almuerzo ocurrió en silencio, lo que no le agrado a mi amigo.

Como el acuario quedaba cerca del restaurant, fuimos caminando, y en el trayecto, Osamu tomo mi mano. Creo que es un poco cómico, como ese pequeño acto hizo que mi corazón empezara a latir muy fuerte. Por otra parte, Tobio comenzó a hablar con su novio, y a ignorarnos olímpicamente, hasta que llegamos a nuestro destino.

Los peces en el lugar eran muy bonitos, y hasta con mi cita, encontramos unos que se parecían a Tooru y Atsumu. Yo les tome una foto y la mande al grupo de setters. Todos se rieron, y mis amigos dijeron que Osamu y yo somos crueles.

En algún momento, Tobio y Hajime se separaron de nosotros, pero como estaba entretenido hablando sobre los animales con Osamu, no lo note hasta que terminamos el recorrido. Encogiéndonos de hombros, mi cita y yo seguimos nuestro camino al siguiente destino, el cual era una convención de videojuegos de la que yo no sabía.

Creo que fue a partir de ahí que todo fue bien. Ambos nos divertimos jugando y riéndonos, y para cuando fue la hora de separarnos, la verdad, me desilusione. Me había estado divirtiendo tanto, que no quería que acabara.

-No te pongas triste. -Hablo mi cita. -Podemos salir juntos otra vez, aunque me gustaría que la próxima sea como novios. –

No lo vi venir, solo sentí unos brazos alrededor de mi cintura acercándome a mi compañero, y lo siguiente que supe, es que me estaba besando.

-Quizás, podríamos intentarlo. -Le conteste cuando me soltó.

Nunca considere salir con Osamu, pero en realidad, tenemos varias cosas en común, y él me entiende bastante bien, así que, ¿por qué no intentarlo? A lo mejor, y finalmente curo el corazón roto que Akira me dejó.