26. RECUERDOS

79 8 0
                                    

—No puedo, no puedo hacer esto y continuar —le escuchaba repetir en una serie de susurros dichos como para si mismo.

Temía el acercarme a él, no porque representara un peligro directo, sino por la condición tan inestable en la que le encontré apoyado sobre la tabla de la cocina, intentando controlar su salvaje respiración que le agitaba el torso. ¿Qué pudo haber sido tan malo dentro de la cabeza de Leon como para haberlo puesto de este modo?. La pregunta oscilaba dubitativa en mis labios.

—Aunque te diga lo que vi allí dentro —Soltó conteniendo un sollozo a penas sintió mi presencia a sus espaldas—, tú ya has tomado tu decisión: lo seguirás teniendo de aliado y lo entiendo. Para vencer a BrainStorm lo necesitamos.

—Entonces dime lo que viste.

—No es solo lo que ví, es lo que sentí y experimenté. La conexión va más allá del plano psíquico. Sentí su alma, sus miedos y aficiones. Él nos necesita y nos ayudará… pero no por las razones que tú crees.

Dicho esto Nathaniel regresó a la estancia, secando algunas cuantas lágrimas sobre su rostro e intentando mantener la compostura tan sería que lo caracterizaba. Era evidente que el rubio se había derrumbado por la poderosa conexión que había establecido con Leon, pero Sarah y Colín se esforzaron por no tocarle el tema ni entrometerse, ya que no conocían su situación y tampoco querían empeorarla; simplemente pretendieron que todo continuaba de manera habitual... O eso pensaba.

—cool, ¿alguien más va a tener alguna clase de colapso? Sin ofender pero, el tiempo corre y aún no sabemos dónde está BrainStorm. —Señaló la morena haciendo al resto enmudecer meditando una solución. Solución que yo mismo puse de nuevo en la mesa.

—Usame a mí —. solté tan de pronto como quién suelta un estornudo, tan de repente y sonoro que obligó a todos a mirarme —Entra en mi cabeza como lo hiciste con Leon.

—Alek, no creo que…

—Lo sé, lo sé. No he tenido ningún contacto físico con Yurik hasta ahora. Pero creo que él ha estado metido en mi cabeza en más de una ocasión. Creo que podremos encontrar algo.

—No perdemos nada con intentarlo —Agregó Colín, convencido con mi teoría, aunque por los rostros de Sarah y Nathaniel, era evidente que no compartían el mismo entusiasmo que él.

Al rubio no le quedó más alternativa de cumplir con mi caprichosa decisión de ser el objeto de escrutinio bajo su extraño ritual psíquico. En instantes ya nos encontrábamos sentados en el suelo de mi sala con las piernas entrelazadas y sobre aquel improvisado símbolo extraño tallado en el suelo. Mientras él se preparaba persignandose a penas antes de abrir nuevamente aquella desgastada biblia para recitar aquellas mismas palabras de origen desconocido y de pronunciación compleja.

Estar ahora en el lugar de conejillo de indias era por lejos bastante diferente a ser un simple espectador. Una ansiedad pronto se apoderó de mí sin previo aviso entremezclado con un persistente nerviosismo que causaba una sudoración en las palmas de mis manos. En instantes, los dedos del rubio ya estaban sobre mis cien e inconcientemente cerré mis ojos con fuerza como esperando a que alguna clase de energía espiritual emanara de Nath y me golpeara de lleno en el rostro.  Pero aquello no sucedió, no sentí nada en absoluto, ni una pequeña descarga o algún empujón.

Supuse entonces que al igual que con Leon, la sesión había terminado en un parpadeo y que aquello era algo indoloro e imperceptible. Pero al abrir los ojos, aquella sensación de saciedad se vio nublado por un panorama de incertidumbre, ya que al mirar, Nath ya no se encontraba frente a mí, ni siquiera era mi sala el espacio que se extendía ante mi; en cambio podía ver aquel maizal tan característico e inolvidable. Me encontraba, pues, de nuevo en la granja de los Koslov, pero ahora sí era yo en mi propio cuerpo quién rondaba el terreno. Cada detalle, vereda y estructura, eran exactamente iguales a como las recordaba, incluso en la pequeña casa amaderada en la cual me precipité a penas la vislumbré.

Superhéroe Adolescente [Starlight]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora