𝑫𝒐𝒍𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒚 𝑨𝒎𝒐𝒓𝒆𝒔 𝑰𝒏𝒆𝒔𝒑𝒆𝒓𝒂𝒅𝒐𝒔 •𝑰𝒕𝒂𝒏𝒂𝒓𝒖•

Capítulo 11

Gaara había llegado echando humos a la Aldea de Konoha ¿¡Cómo osaba el consejo a exiliar su más grande tesoro!? Naruto es (o fue) una fuente importante en el comercio de Konoha ¡Básicamente la gente visitaba la aldea solo para conocer al rubio! Él no se iba a quedar sin hacer nada, tenía que ir y hablar seriamente con la Hokage, ella le comentó todo, que había hecho lo posible por evitar que Naruto se fuera, junto con Neji, Shikamaru y Hinata.

Así que, con toda la furia del mundo entro en Konoha, cualquier persona que lo viera no se atrevería ni siquiera a saludarlo, su enojo se notaba a kilómetros, podría ser la persona más calmada y fría del mundo, ¡pero exiliaron a su mejor amigo! ¡la persona que lo ayudó y lo apoyó! No podía simplemente dejarlo pasar y seguir con su vida, claro que no.

Iba tan enojado y que no veía por donde caminaba, vio como todos se alejaban de él así que supuso que nadie estaría en su camino. No contaba con que el chico más inexpresivo de Konoha chocara con él, por ir metido en un libro de "como cuidar a un gato, sin que este te rasguñe todo el tiempo".

—Lo siento, creí que se daría cuanta de mi presencia y me rodearía, con permiso Gaara-sama—las palabras de Sai salieron tan robóticas y forzadas, que Gaara tuvo que tomarse un tiempo para analizar lo que le acaba de pasar ¿El chico lo odiaba o qué? Parecía que no sabía ni como disculparse bien.

Ignoró al chico de papel y se concentro en su enojo, aunque no podía sacarse de la cabeza lo inexperto y solo que se veía la persona con la que acababa de chocar. Llego a la torre Hokage, se encontró con los responsables y les gritó con todo el enojo que tenía dentro de si.

—¡CÓMO SE ATREVIERON A HACER SEMENTE IDIOTEZ! NO VEN QUE ESE CHICO LES SALVO EL TRASERO REPETIDAS VECES—gritaba furioso, mirando a cada uno, no todos tenían la culpa solo los que estaban en la cabeza de sus clanes.—A ti Sakura, te trajo de vuelta tu estupido noviecito retrasado.—Ino, a ti te salvo la vida dos veces—Choji, a ti te aceptó tal y como eres, por si no lo recuerdas te insultaban por tu peso—Shino, a ti también te salvo varias veces, no entiendo por hiciste esto—Kiba, la verdad si lo esperaba de ti, nunca te llevaste bien con Naruto pero no sabia que lo odiabas tanto como para hacer esto, solo por una rivalidad ridícula—

—Gaara, cálmate por favor, ven iremos a firmar los cambios que deseas—tranquilizo la Tsunade, tomo el hombro del joven y lo llevo a su oficina.

Luego de hablar sobre los cambios que quería y varias cosas más Gaara salió de la oficina más tranquilo, le alegraba saber que Naruto estaría bien y nadie iba a atacarlo. Camino hacía la salida de la torre y se volvió a topar con el mismo chico del libro sobre gatos.

—Hey, hola—Gaara lo miró con curiosidad, algo le decía que se acercara a él.