PELEAS (Cap.3 en la serie prt.2)

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-Yo estoy aquí y ya voté- levanté mis brazos aún enojada.

-5 es parte de la familia también, aún así Dulce haya venido a reemplazarlo; él está devuelta- Dijo Allison defendiéndolo.

-sí, esperemos a 5, nos debemos eso- dijo Vanya.

Todos salimos de la sala. Yo subí a mi habitación, y empecé a recordar momentos de nuestra niñez.

yo estaba en mi habitación, practicando mis movimientos de pelea  con un saco de arena que yo misma había hecho, y colgado con la ayuda de Luther, claro. 

Una patada en lo alto, una abajo, y puñetazo. Ese era el patrón. Estaba tan concentrada, que no escuché cuando tocaron la puerta.

-Dulce- escuché venir de detrás mío, era Allison.

-oh... hola Allison- la saludé. 

Allison y yo nunca fuimos muy, unidas que digamos, no es que peleáramos, pero ella era muy... Girly o muy femenina y mimada  o la típica adolescente; mientras que yo, era la que pensaba y peleaba. Pero estábamos la una para  la otra si algo estaba mal.

-Dulce, sé que no llevas más de dos años en la academia, pero eres la única chica y...- le interrumpí.

-¿Y  Vanya?- le dije

-pero... ya sabes, es diferente, no lo entendería- hizo una mueca.

-claro... diferente... ¿qué sucede?- me senté en mi cama.

-Es algo con Luther- sonrió enamorada.

-Ay... el amor- dije suspirando y rodé mis ojos.

-solo, por favor, no te pongas cursi.- le supliqué a lo que ella río y habló.

-Es que es como si él... no sé, viera algo diferente en mí- sonrió y me miró.

-Claro...- asentí irónica.

-¿no te importa?- frunció el ceño.

-no Allison, no es que no me importe, es que simplemente el amor no es mi tema, entonces no sé que decirte, tampoco me gusta alguien, no sé que se siente; ni quiero, para serte honesta.- me encogí de hombros. 

-¿de verdad no te interesa?- me dijo frustrada.

-no, la verdad no- dije y negué con la cabeza.

-¿no interesa sentir esas mariposas en el estómago? ¿que alguien te diga cosas bonitas, y te aprecie por como eres? ¿que te dé besitos y abrazos y te diga que te quiere?- ella caminaba por la habitación, dramática.

-tú me aceptas como soy ¿no?- le dije y fruncí el ceño.

-sí, pero es diferente... ¿nunca te has puesto a pensar quién es el amor de tu vida?- se sentó, en la cama emocionada tomándome las manos.

-no de hecho- le dije y la miré raro.

-debe andar allá afuera, esperando a que se conozcan, para nunca separarse- chilló de la emoción.

-sí... ajá- me solté de se agarre.

-no seas una amargada- entre cerró los ojos.

-no lo soy, es que no me interesa tener pareja, ni en un futuro, ni ahora.-

-¿te imaginas que sea alguien de la academia?- sonrió emocionada.  iba a responder pero Klaus entró.

-¡HOLA AMARGA!- exclamó Klaus, entrando por la puerta y dando un brinco para caer sobre la cama y comenzar a saltar.

OH QUERIDO... CUÁN ODIOSO ERES... (TERMINADA) (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora