Sara Y Gabriel

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Sara

Guiada por Leo, acabé aliada con el ejército vampirico.
Él era como mi hermano, y aunque no era muy participe de su radicalismo, solo le seguí para asegurarme de que estaría bien.

En cuando entré en el reino vampirico, donde lobos y vampiros se mezclaban en una gran multitud, un olor inundó mi olfato lobuno.

Sentí mi cuerpo extremecerse, mi corazón palpitaba, hasta que las voces de la turba desaparecieron y solo quedaron los latidos de mi corazón chocando contra mis tímpanos.

Quedé paralizada, absorta ante el intenso olor desconocido, que ni las flores, ni el mejor pastel de chocolate, ni las fresas, ni la menta... Podían compararsele.

Mi visión lobuna se activó ante una sombra rápida que quería acudir a mi encuentro. A pesar de su rapidez , pude ver lentamente cada uno de sus movimientos.

Sentí en él la misma confusión que sentía yo. Y una intensa sed de mi sangre.

Sabía que significaba ese olor, esa conexión de sentimientos mutuos. Ese extasis, al tenerlo parado frente a mí, a unos largos pasos de distancia... Era mi vínculo.
Y ahí estaba, paralizado igual que yo. Mirándonos mutuamente.

Tantos décadas esperando encontrar a mi vinculo, nunca imaginé que lo encontraría en esta situación. Y mucho menos quería un miembro de mi especie enemiga, un vampiro...

Observé su rostro pálido. Su oscura mirada penetrandome.

Sentí su frialdad incluso a kilómetros.

Vestido con una elegante gabardina negra, acompañada de unos pantalones del mismo color.

Su pelo era castaño, con pequeños reflejos rubios.

Observé cada detalle de él con detenimiento. Sentía un tremendo interés por la especie que se encontraba frente a mí. Sentí, el mismo interés en él.

Sentí ganas de llorar, de correr y de huir. Sentí ganas de correr hacia él. De besar sus labios y dejar que sus colmillos se clavaran en lo más profundo de mi ser para poder calmar su intensa sed de mí.

Quise odiarlo, pero no pude. Necesitaba amarlo, pero no quise. Era un confuso bucle de sentimientos que me llevaban al mismo punto... Mi vínculo, era un vampiro. Y ni siquiera sabía cómo sentirme al respecto, a pesar de los miles de sentimientos que corrían por cada partícula de mi cuerpo.

De fondo pude escuchar al rey sus mandatos y órdenes. Sentí ganas de llorar y gritar de rabia, al escucharle decir que nuestro amor sería condenado a muerte.

Pude ver la mirada de Leo concentrada en mí. Dándose cuenta de la situación en la que me encontraba. Y aunque no podía sentir lo que sentía, si pude descifrar en su mirada, que no le agradaba para nada la idea.

También pude ver como una mujer vampiro me miraba, y a pesar de no conocerla, también pude ver que a ella tampoco le agradaba la idea de que nos mezclaramos entre nosotros. Aunque nose porque supe que ella también tenía un vínculo que no era de su especie.
La misma mujer que encontré tiempo después gritando en su habitación y la cuál me maldijo al interrumpila, y segundos más tardes me amenazó con contarle al rey mi secreto sobre mi vínculo con el vampiro.

También Leo, mi hermano, no de sangre pero si de sentimientos, llegó a amenazarme con delatarme si seguía viéndome con Gabriel, el vampiro al que estaba unida por lazos irrompibles, creados antes de nuestro nacimiento.

¿Que debía hacer? , la mujer, que más tarde supe que se llamaba Clara, se había escapado con uno de los vampiros. Y toda la unión de lobos y vampiros les buscaban para destruirlos.
¿Que iba a ser de Gabriel y de mí?, si ni siquiera Leo me defendería....

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Una noche fría caminaba por la cocina del reino , cuando escuché unos ruidos lejanos ... Eran pasos acompañados de unos quejidos de dolor .
Pensando que necesitaría ayuda , seguí al propietario de aquellos gruñidos , cuando me encontré cruzando el reino hasta unas grandes y oscuras mazmorras...

Nunca había visto uno en el reino , pero aún así supe que dentro de esas mazmorras se encontraban los cientos de híbridos a los que entrenaban cada noche .

Un olor a quemado inundó mis fosas nasales causándome náuseas.

El humo comenzó a resplandecer dentro de las celdas, y mi vista comenzó a nublarse.

Al compás del fuego avivandose los quejidos de dolor de un varón aumentaron ...

Mi corazón comenzó a palpitar cuando la imagen de Naél ,el hibrido más temido por estas zonas , apareció fuera de las mazmorras .

Cuando su mirada dolorida se posó en mí, mi cuerpo comenzó a temblar .

_¿¡Que haces aquí?! _ Me gruñó con ira .

_No ,yo no e visto nada _ Dije temerosa, refiriéndome a la causa del fuego .

El grito de los híbridos comenzó a elevarse y pronto alertaría a los habitantes del reino .

_Da igual _ Dijo apresurado _ Necesito tu ayuda para salir de aquí _ Dijo intentando contener sus gritos de dolor _ Se que amas a un vampiro _ Me retó...Crei que me amenazaría con acusarme al rey si no guardaba silencio . Pero no lo hizo _ Yo puedo ayudarte _ Dijo con una mirada sincera .
_Mi lugar no está aquí.  Está en el reino hibrido ,junto a la mujer que amo ... ella está embarazada ¿sabes ? _ una lágrima de sangre resbaló de sus mejillas . No supe si era de emoción o por el dolor evidente que estaba soportando.
_Necesito tu ayuda para volver , pero no solo para ello ,necesito que me ayudes a ganar la batalla contra el rey ...

No supe que decir .

_ No lo hagas por mí,  hazlo para que tus futuros hijos , y los de todo bebé hibrido sea salvo, sin guerras ,sin persecuciones , para que podáis ser libres de amar a quien queráis...
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Le ayudé a salir sin ser visto , estaba demasiado grave,  pero aguantaría...

Y pronto tuve noticias suyas para poner en marcha nuestro plan en contra de esta guerra absurda .

El día de la batalla me lanzó una mirada de complicidad cubierta que agradecí para calmar mis temores ...

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