Capítulo XLII

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Katerine

Abri los ojos con toda mi fuerza, me dolía todo el cuerpo. En verdad estaba muy adolorida.

‐-Cariño ya despertaste-- dijo Cindi mientras se acercaba a verme-- nos preocupate mucho. Tu padre está que tira el edificio.

Me limité a verla nada más, no quiero hablarle ni decirle algo, estaba muy cansada como para pelear.

--Llevas un día entero sin dar señales, afortunadamente los médicos dijeron que te pondrás bien, perdiste demasiada sangre, ¿como te encuentras?

--Estoy bien Cindi-- le dije.

--Querida, se que no nos llevamos muy bien y no te culpo, después de lo que aquella mujer te hizo de niña-- nego muchas veces-- es imperdonable, quiero que nos llevemos bien.

--No me malinterpretes Cindi-- le dije aún  sin verla a la cara-- no quiero que me caigas bien ni deseo caerte bien.

--Esta bien querida, hay que darnos tiempo-- tomo una de mis manos mientras sonreía-- quería comentarte otra cosa cielo, hemos estado hablando con la jefa de esta sede y se nos hace conveniente que nos des el collar que te dio tu amiga-- ¿qué? No puede ser... no-- sabemos que es algo importante cielo pero quieren ayudarte y la mejor solución para detener a eso criminales es darles la información que Lara te dio-- muy en el fondo, muy fondo quería creer que ella no era, que en verdad amaba a mi padre.

Pero las personas siempre decepcionan, siempre terminan arruinado todo. Yo ya no puedo confiar en nadie. En nadie.

--No lo tengo Cindi, lo deje en Londres-- trate que mis lágrimas no salieran pero me traicionaron-- cuando me mandaron aquí decidí comenzar desde cero así que lo deje en casa. Siempre que lo veía me dolía mucho así que decidí dejarlo, aunque me doliera.

--Esta bien cielo, no llores-- trato de quitarme las lágrimas pero no la deje-- yo personalmente mandaré a alguien por el para que este seguro-- se levanto con intenciones de irse inmediatamente-- le hablaré a tu padre.

Salió de esa habitación y mandó traer a mi padre yo simplemente permanecí en el mismo lugar. Debemos salir de aquí ahora, pero primero tengo que encontrar a esos tres.

Mi padre entró y estuvo haciéndome muchas preguntas relacionadas a mi salud, yo le mentí en todas. La verdad no estaba nada bien, corría peligro y si seguía aquí no poria escapar fácilmente.

Cuando entraron mis amigos ya estaba más tranquila, estaban sanos y salvos y esos es lo unico que importa.

--¿Cómo te sientes?-- pregunto Amber llegando a mi, feliz de verme probablemente despierta.

--Estoy bien-- le dije algo cortante.

--Cariño debo ir a una reunión con la superiora York, vendré apenas termine. Mientras puedes hablar con tus amigos-- los apunto.

--¿Podemos ver una peli?-- trate de pararme y aunque hubo muchas quejas aún lo hice-- ¿me prestas tu computadora?-- hice ojitos tristes.

--Cariño, sabes que no puedo prestar mi computadora personal-- trato de decirme pero yo segui rogándole-- esta bien voy por ella y te la mando.

--Gracias-- le sonreí-- no te tardes en tu reunión para que vengas a verla con nosotros.

--No cielo-- beso mi frente-- te amo mucho-- yo lo abrace mas.

--Yo también-- le dije y me despedí.

--Ay mira que bonita niña chiquita-- Amber se empezó a burlar. Le hice un ademán para que no hablara.

Con espías y civilesWhere stories live. Discover now