Capítulo 14

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—¿Y si hacemos un pastel? —preguntó el menor aplaudiendo contento

—¿Pastel? —repitió el castaño

Estaban en la cocina de la casa de Taehyung, como era de suponerse no tenía nada en su refrigerador, como profesor no ganaba demasiado pero le gustaba su trabajo así que con eso se conformaba.

—Claro que sí, iré a comprar los ingredientes —Jungkook salió de la casa y volvió lo más rápido que pudo

—Eres rayo McQueen —dijo Taehyung riéndose

—Cuchau —respondió el pelinegro haciendo reír al mayor

Al tener todos los ingredientes en la mesa buscaron en Youtube un tutorial para hacer un pastel de chocolate. Al hacer la masa, el castaño mancho de harina a Jungkook en la cara.

—¡Oye! —reclamó tomando un poco de harina y tirándosela también

—¡Oye! —se limpió

—Por puto —rió vengativo

—¿Disculpa? —embarró su cabello volviéndolo totalmente blanco —te queda muy bien ese color —mencionó en tono de burla

—Ya verás...

Estuvieron por media hora jugando y terminaron con la cara y ropa manchada, finalmente pararon, no porqué quisieran, sino porque se quedaron sin harina.

Se sentaron en el piso de la cocina admirando el desorden que habían causado.

—¿Y el pastel? —reclamó el menor fingiendo tristeza

—Pues... —el castaño se acercó a la mejilla de Jungkook y la lamió —oh vaya, delicioso —sonrió

—Idiota —lo empujó fallando en el intento ya que Taehyung volvió a acercarse mordiendo y lamiendo su oreja —Tae... —dijo soltando un leve gemido —no me digas que la harina te hizo excitarte

—Tal vez —besó su cuello

—Ah~ Taehyung, soy sensible ahí —lo empujó pero el mayor lo volvió a besar en el mismo punto —Ah~

—Ya sé como hacerte gemir más —lo mordió

—Tae~ eres un maldito pervertido —lo empujó sin lograrlo otra vez —pensé que eras más sano pero me equivoqué —hizo un puchero

—Pues no lo soy, ahora quítate la ropa —volvió a besar su cuello

—Quítamela —respondió con la respiración agitada

Los dos jóvenes llenaron la cocina de gemidos y gruñidos, cada vez que se tocaban se llenaban más de harina por la que había derramada en el piso y los choques de piel con piel se hacían cada vez más evidentes.

Al finalizar dejaron el cuarto de cocina totalmente limpio como si nada hubiera pasado y se dispusieron a ver televisión.

—¿Qué hay en Netflix, Kookie? —mencionó el castaño tomando el control remoto para buscar películas

—Había una película que no me acuerdo como se llama pero es muy buena —sonrió

—¿La buscas? —le entregó el control

Minutos después encontraron aquella película y Jungkook trajo palomitas para disfrutarla mejor.

—¿Es porno? —sonrió Taehyung al ver una escena de sexo

—Te dije que era buena, no que era porno —contestó el pelinegro —contiene sexo pero eso no le quita que esté buena

—Es para mayores de 18

—Oh, ¿enserio? —fingió sorpresa —no sabía

—¡¿Y luego dices que el pervertido soy yo?! —comenzó a hacerle cosquillas logrando que tire las palomitas

—Está bien, está bien, es porno pero no está tan mal —sonrió —tu me preguntaste que hay de ver y te dije que conocía una película muy buena, y me dijiste "bueno, mirémosla"

—Eres un niño malo Kookie, debería castigarte

—A ver —lo retó

Segundos después sus gemidos se combinaron con los de la película yendo al compás de esta. Se estaba oscureciendo y les pareció mejor así.

—¿El alcohol te hace coger? —dijo Jungkook dando saltitos sobre Taehyung

—Tu te dejas y a mí me gusta —lo tomó de la cintura bajando sus manos a las nalgas del menor y apretandolas con todas sus fuerzas

—Mgh~

—¿También quieres un 10 en los trabajos semanales, bebé? —lo besó mordiendo su labio inferior

—Vendré a tu casa más seguido —sonrió ladino comenzado a saltar más rápido

Taehyung giró a Jungkook haciendo que quede debajo de él y lo penetró rápidamente, el menor sentía escalofríos en todo su frágil cuerpo, clavó sus uñas en la espalda y brazos del castaño por el dolor combinado con placer que lo recorría.

—Te amo Tae~ —dijo el menor llegando por fín a su orgasmo

—Yo también te amo, Kookie —lo besó suavemente

Terminaron toda la película sin verla, acababa en un horrible asesinato que los dejó traumatizados, no la volverían a mirar nunca más.

—¿Me llevarás al colegio mañana, Tae? —preguntó Jungkook volviendo a traer palomitas

—Claro que sí, mi amor —se sentó en el sofá

—¿Mi amor? —sonrió mirándolo

—Claro que sí, eres mío —se acercó a él y lo abrazó

Se miraron por varios segundos y la bonita tensión que habían formado terminó porque la nueva película que verían comenzó, y esta no contenía nada pornográfico.

Profe, quiero un 10!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora