𝕰𝖑 𝖊𝖓𝖌𝖆ñ𝖔

30

No pude contradecir su mensaje, no podía poner en peligro a Marie, ahora más que nunca me constaba que Rouse era capaz de todo.

Los días pasaron en una eterna tortura, hasta que una noche, el doctor da el anuncio.

Ha despertado.

Lo que nadie esperaba es que Marie no recordará nada, fue un golpe duro, cuando me acerque a ella, queriendo su perdón, que al menos respondiera las dudas que hacían en mi mente.

-¿Que haces?- preguntó, cuando trate de abrazarla-Lo siento, no te conozco.

Y eso solo fue el comienzo, ni sus padres pudieron calmarle cuando se dió cuenta que no sabía quién era ella.

Al parecer según el doctor fue una consecuencia del accidente.

Pero no fue lo peor, su familia, para ser más específico su padre quería alejarla de mi, se irían del país en cuanto ella fuera dada de alta.

-Doctor, ¿cuando sale mi esposa?-pregunte.

-Solo estará unos días más, como ya les dije antes su ausencia de recuerdos no es específica, no sabemos con exactitud si algún día llegará a recordar o si solo es temporal- habla-Le diere cuando podrá llevarle a su casa.

Y cuando el doctor se retiró, John me interrumpió antes de salir del consultorio.

-Ella no irá contigo a ninguna parte Sebastián, ella se quedará con su familia-informa.

-¡No puedes hacer eso!-gruño.

-oh pero por supuesto que sí, ella estará más segura con su familia que con un sujeto cuyo significado de matrimonio no es claro y mas farsante y mentiroso-aclara para salir de ahí antes que yo.

Esto no es sólo por mi egoísmo de querer que ella esté a salvó de esa perra manipuladora.

Apartir de ahora tengo los días contados para lograr mi objetivo.

Desenmascarar a la menor de las Dosson, y su estúpido ayudante.

Me dirijo al café donde quede con Samantha, al principio me ignoro todo el tiempo que trate de hablarle, pero gracias a la noticia, su hermana tiene los ojos en otro lado, pretendo tomar su distracción mover mis cartas.

Al entrar me fijo en todo el lugar, ella se encuentra al final en en lugar más ocultado a la calle.

-Gracias por venir- le señalo al sentarme.

-Se rápido por favor y dime para qué me buscaste-habla enojada.

Ya se que no le hace gracia todo lo que ha pasado con Marie.

-Necesito que escuches esto, ya después puedes decir lo que quieras incluso irte-dije mientras le pasaba la grabación.

Y unos cuantos minutos después ella ya había terminado de escuchar la conversación que tuve días atrás con su hermana.

-¡¿Que mierdas es esto Sebastián?!-grito en un susurro, puesto a que estábamos en un espacio público y podrían escuchar.

-ahora todo tiene sentido-murmuró- esa zorra a estado actuando raro, incluso más de lo normal.

Después me miró, le mostré también el mensaje de la a menasa de Rouse.

-¿Ahora me crees?-

Escribí en una cervilleta, puesto que ahora tocaba armar un plan juntos.

-si, ¿Que haremos?-

Me devolvió.

-Solo espera, tenemos que sacar de ese hospital a Marie antes de que la den de alta, no sabemos que tiene planeado Rouse, por el momento actua normal, que no sospeche de tí, no le digas a nadie más, eso podría ser un riesgo, ahora finge que no me crees y-

Le pase la servilleta por última vez y está solo asintió.

-¡No puedo creer que seas capaz de esto Sebastián!-dijo alto.

Bueno, la cachetada que me dió después no estaba planeada.

Salio de ahí furiosa, al menos se que no conmigo.