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Años más tarde.


Camino tomada de la mano de mi luz, hoy el cielo está nublado, con su nota de tristeza ensombreciendolo, hace años que no sentía ese vacío, pero, en mi nueva vida, no hay lugar para los momentos de soledad.

No cuando tengo le tengo a mi lado.

Dicen que después de la tormenta viene la calma, pero, no precisamente, ocurrió lo mismo en esta historia, la calma se pinta a más al enorme mar de tristeza, el sentimiento de rabia que provoca cada episodio anterior.

Lamentablemente, no hubo un final feliz, al menos no para todos.

En cada muestra de dolor que nos deja la marca permanente de nuestro pasado, lo que una vez fuimos, pero gracias a ello nos hace apreciar la pequeña felicidad que nos llega en el momento menos inesperado.

Más que un engaño, fue la muestra de que a pesar de que más reales sean las mentiras, aún así, al final, todo sale a la luz, quemandonos desde dentro hacia afuera, lastimando a todos en el proceso.

Como pude logré cortar las sogas, no dude en ayudar al resto de mi familia a huir, pero, algo me lo impidió.

—Ve por ellos hija, yo me le ayudar a tu madre y tus hermanos— me dijo, ya que Rouse hirió a mamá y Samantha antes de salir del comedor llevándose a Sebastián con ella.

Caminé hacia la sala, escuché los pequeños gritos de un bebé, y sin pensarlo, corrí escaleras arriba.

Sebastián, cargaba a un bebé entre brazos, cuando me miró, se desató debido al humo, las llamas salían de la última habitación, corrí a sostener al bebé.

—¡Sebastián!— lo movi—¡Despierta!

Como pudo se paró, le ayude a caminar a penas, y cuando por fin logramos llegar al comedor, Rouse nos apunto con un arma.

—¡Detenganse!—grito—¡Te creías muy listo Sebastián!¿Llamar a la policía? eh, ¿Sabes si yo no tendré mi nueva oportunidad, menos ustedes.

En un abrir y cerrar de ojos, disparó, lamentablemente hirió a Sebastián.

—Camina— me ordeno.

Pero no podía moverme, a pesar de todo lo que me hizo Sebastián, no quería que muriera ahí, se estaba desangrado.

—Su nombre es Sarah—Sonrio, fijo su vista en la bebé, sin pensarlo, me acerque a él, le besó su cabecita—Se que es muy hipócrita o tal vez egoísta de mi parte, por todo el daño que te hice, por la muerte de nuestro hijo, por el haberte traicionado, suplicará tu perdón en cada momento, pero por favor, cuidala.

Sus últimas palabras, antes caer en la oscuridad, sus ojos se cerraron poco a poco.

—Mami, ¿Vamos a visitar a papi?— habla ilusionada.

—Si mi amor— le respondo.


Al entrar por el gran portón, mi pequeña soltó mi mano y corrió hacia aquel gran árbol que cubría una gran parte del terreno.

—Este año aprendí a andar en bicicleta Papi, mi mamita me enseñó, también me compro un helado luego de jugar un rato en el parque, y en mi cumpleaños me regaló la muñeca que tú le regalaste cuando eran novios, me hizo un pastel muy bonito—hablo a prisas— Pero, el último mes, mami me dijo que debíamos mudarnos, yo no me quiero ir papi, ya no podré venir a visitart más seguido

Llorando se alejó de la tumba de su padre.

Una lágrima todo momento, Sebastián fue enterrado en el cementerio a las afueras de aquella ciudad.
La niña de mejillas rosas, depósito unas lindas flores en la tumba de su padre.

—Ve con Eric al auto Sarah— le dije mientras miraba fijamente las gotas de lluvia empezando a caer, el guardaespaldas tomo a mi hija de la mano y la cubrió con la sombrilla y se alejaron por la vereda.

—¿Sabes?, hoy logré la custodia completa de Sarah, no había ningún familiar que estuviera así cargo, así que fue más fácil, hay por fin dejaremos a tras todo, me la llevare lejos, para que crezca sin dolor del recuerdo de su pasado—lloro— Gracias, sin está pequeña luz, y adiós Sebastián, te perdono.

Poco tiempo después del incendio, salió en las noticias locales en suicidio de Helen Thompson, la chica se tiró del último piso, nadie se percató hasta que fue demasiado tarde

Retomo mi camino, no solo vine a despedirme de Sebastián.

Dejo las flores que cargaba en cada lugar correspondiente, unas para mamá, papá, Samantha otras tantas para Jamie, y ... Rouse.

Hace tiempo ya que perdone todo, no podía empezar de nuevo sin antes haber perdonado a aquello que me ataba a mi pasado.

Viajaré lejos, donde no me conozcan, dejaré todo atrás.


Marie.

𝕰𝖑 𝖊𝖓𝖌𝖆ñ𝖔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora