Capítulo 1: ¿Dónde está Loli?

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Capítulo 1:
¿Dónde está Loli?

Una recomendación para quienes tienen la peculiaridad de comunicarse con los muertos

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Una recomendación para quienes tienen la peculiaridad de comunicarse con los muertos. Nunca, en la vida le sigan la corriente a una niña de siete años que no para de mencionar que perdió a su muñeca, Loli. Ya me tiene cansada con la misma historia, su única preocupación es esa muñeca de trapo que seguro hace años se desintegró en la naturaleza.

Yo, preocupada por descubrir donde quedaron sus restos y ella que no me colabora con nada. Trabajar con niños siempre requiere de paciencia extra, y cuando ya están muertos esa paciencia debería ser triple. Una lástima que no la haya incluido con todo el paquete de dones y responsabilidades que me dio el panteón.

Kelly Aguilera es una niña de cabello rizado por debajo de los hombros, con una piel tan oscura como el chocolate y unos bonitos ojos miel. Una nena preciosa que encontró la muerte demasiado pronto. El vestido blanco con bonitas flores azules que llevaba ese día en que desapareció se ondea alrededor de sus piernas mientras se mueve por delante de nosotros. Sus pies magullados y ensangrentados, lo que me hace pensar que pudo haber intentado huir de su agresor. En algún momento tuvo que haber perdido su calzado.

Hace ya casi ocho años que su rostro permanece entre los niños desaparecidos de la región. Desconozco como murió. Ella aparte de estar un poco sucia no tiene ninguna herida, ninguna marca en su fantasmal cuerpo que me dé alguna idea y no habla mucho al respecto.

Lo único que me ha dicho es que su muñeca se perdió en una extensa hacienda de cacao, sus palabras precisas fueron:

—Loli se me perdió... Por mata con esas maracas de colores. Verdes. Amarilla. Rojo. Morado.

También tenía esa muñeca consigo el día que desapareció así que es posible que donde esté la muñeca se encuentre ella. De esa manera todo suena muy fácil, un caso sencillo de resolver. Hasta que extiendo la mirada por la cantidad de matas de cacaos que van de los dos hasta tres metros de alto, me doy cuenta de que buscar esa muñeca es como encontrar una aguja en un pajar. Nunca terminaré.

—Son las tres de la tarde. ¿De verdad vamos a buscar a una niña muerta a esta hora? —he tenido que traer a Otto para que me acompañe. Hay mucho terreno por cubrir.

Mi mejor amigo y quien no se queja con ninguna de mis inesperadas salidas por un fantasma, se encuentra de luna de miel en los Roques. Despedirnos en el ferry fue muy triste, siempre hemos sido él y yo con mis problemas laborales. Ahora, Otto y mi actual pareja, Asier se han unido a mi alocada vida.

Este primo político se queja demasiado.

—No sé tú, pero yo quiero dormir tranquila las siguientes noches. Ya no puedo con su letanía llamando a Loli por todos los pasillos de la casa —tenemos un mes en el pueblo de Río Caribe, y no hemos podido hacer mucho respecto al caso que nos ha dado el Cabildo. Las entidades estatales de aquí son muy desconfiadas y nos están poniendo trabas aun cuando nos han enviado para ayudar.

Médium. Beso a la muerte (libro 2)Where stories live. Discover now