IV

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[...]

Austria le mostró el arte y música de su país, amaba ver a el México encantado por su cultura

—Eres realmente talentoso— halagó aplaudiendo después que el europeo le había enseñado su música

—Gracias México— agradeció

Un soldado austriaco entró rápidamente haciendo que todos lo vieran

—¡Francia está aquí!— gritó

México se fue rápidamente a cambiarse para verlo y el bicolor guardó todo

El tricolor se arregló y se sentó a un lado del austriaco que rió un poco al verlo de nuevo así

Planeaba robarle un beso, pues desde el que le dió cuando se puso la ropa por primera vez, no lo volvío a ser

El latinoamericano lo paró en secó

—No— negó —No tienen que saber que...—

Austria afirmó, entendió que había algo por lo que México no quería que Francia supiera que estaba enamorado de él y tenía deseo sexual

El bicolor de verdad no le importaba el sexo, estaba perdidamente enamorado de México fuera lo que fuera

Francia estaba demacrado, lejos había quedado la bella Francia que tenía aires de superioridad

El francés los miró tranquilos, México no estaba temeroso y usaba las prendas sin miedo o vergüenza, eso hizo enfurecera al tricolor europeo, tiró un golpe hacía México pero Austria lo paró

—Du liegst falsch, Frankreich [Estas mal, Francia]— dijo el bicolor

—Et vous? [¿Y a tí qué?]— preguntó el francés totalmente diferente a su voz —Vous aidez cette prostituée, comme si elle valait quelque chose [Has estado ayudando a esta meretriz, como si valiera algo]—

El austriaco notó el aliento a vino de procedencia franco y decidió no responder

Su amigo estaba muy mal, pero protegería a quien fue dejado a su cuidado

—Avez-vous joué avec celui-là? Je parie que vous ne voulez même pas, l'Espagne aurait dû tuer tout le monde comme l'Angleterre lui avait dit et ne pas laisser cette aberration [¿Te has metido con esa? Apuesto que ni siquiera quieres, España debió haber matado a todos como Inglaterra le dijo y no dejar a esta aberración]— mencionó caminando a la salida —Au revoir l'Autriche [Adiós Austria]—

El bicolor soltó un suspiro de alivió y vió a su pareja triste, realmente ese europeo solo fue a molestar y llevarse unas cosas de México

—No dejes que esas palabras te afecten, yo le doy gracias a España por haberte hecho— dijo tomando el rostro del contrario que soltó una lágrima de impotencia —Tú serás el producto de tu pasado, por eso le agradezco a España que pueda tener el placer de estar a tu lado—

México se sintió apreciado, Austria demostró que su amor era sincero y él cada vez más, demostraba que lo que crecía en su corazón era algo más que simpatía

[...]

Después de cumplir el tres de casados, el segundo Imperio Mexicano estaba mirando el techo con Austria a un lado leyendo un libro

El tricolor estaba un poco nervioso, realmente quería decirle que estaba listo para tener sexo con él

Pero tenía miedo que con lo romántico que era su pareja deseará que le dijera que lo amaba

Un verdadero amor [AusMex] ✓Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ