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—Claudine, es un placer encontrarte aquí.

—Elijah —la castaña miró al vampiro original— creo que estás en el lugar equivocado.

—¿Por qué lo piensas? Ya me han invitado a pasar.

—Bueno, yo tengo un par de preguntas antes de que comiences con tus cosas —la bruja le miró desde lejos— ¿Qué haces aquí?

—Como ya te habrás dado cuenta vine a buscar a Madison y a ti, claro que es evidente que tu caballero sin armadura no te dejará ir a ningún lado. —mencionó con un tono desinteresado.

Rosalie bajó las escaleras mirando a la bruja, pro un momento sus ojos se encontraron con los del viejo vampiro, quien le miró maravillado ante la belleza de la Hale.

—Madison está hablando con su madre. —mencionó la rubia mirando después a su hermano adoptivo y a la bruja.

—Tú debes ser Rosalie, la hermosa doncella que está enamorada de la sifón —observó el vampiro rápidamente.

—¿Qué sabes exactamente?

—Rosalie —su hermano adoptivo le detuvo.

—Vengo a hacer tratos con ustedes. —el vampiro intentó escapar de la cocina encontrándose con una barrera invisible— pero me parece que están un poco asustados, lo suficiente como para poner este tonto hechizo.

—Creo que primero deberías responder mis preguntas. —Claudine habló con un tono autoritario.

—Necesito dos brujas poderosas, y ustedes son de confianza, han trabajado por mucho tiempo para mi familia.

—¿Para qué exactamente? —.

—Para acabar con Klaus —.

La castaña paseó sus orbes verdes por el rostro de aquél hombre, luego soltó un pequeño y cansado suspiro.

—No vamos a dejar que nada le pase a Madison, en especial yo —mencionó Rosalie— así que creo que cualquier cosa que planees vas a necesitar cambiarla.

—¿Tienes algo que objetar, Claudine?

—Simplemente no voy a ayudarte.

—Sabes que no es un trato justo.

—¿Vas a matarlos? ¿Vas a convertirte en lo que odiabas de Klaus? —el vampiro apretó la mandíbula mostrando evidente enojo.

—Creo que entiendes el punto de que todos aquí estamos malditos de alguna manera —mencionó el vampiro— en especial tú, Claudine, y no podemos olvidar a Madison también.

—De acuerdo, ya que lo mencionas así. —la castaña se acercó al vampiro— te voy a brindar mi ayuda, sólo por un único precio y evidenciando que entiendes perfectamente el significado y valor de la familia. —los vampiros vegetarianos le miraron confundidos.

—Dime lo que quieres.

—Que agregues al clan olímpico a la lista de protegidos. —el vampiro apretó los puños con un poco de mal humor—.

—¿Y por qué haría eso? —cuestionó alzando una ceja.

—Porque necesitas a dos brujas, pero yo conozco dos brujos muy poderosos que pueden ayudarte, ellos me deben un favor, así que creo que el favor te lo puedo pasar a ti, sólo, si aceptas mi condición.

No estaban consientes de ninguna clase de explicación lógica para lo que estabas haciendo la castaña.

—Y quiero que dejes a Madison en paz, es evidente que ella no puede arreglar a tu hermano, todos los Mikaelson están malditos, yo también, lo sé, porque me involucré con uno, así que te pido que lo consideres. —Claudine se acercó al vampiro.

—Sabes cómo negociar, pequeña Claud. —el original quedó frente a la muchacha— una cosa más, si tus brujos me fallan el trato automáticamente deja de ser válido.

—Hecho —.

—Claudine —la rubia miró a la bruja estrechar su mano con el vampiro.

«Vendería hasta mi alma al mismísimo diablo para salvar a quienes amo»

—Dime dónde puedo encontrar a esos brujos.

—Massachusetts. —mencionó la bruja— no será difícil encontrarlos, estarán felices de ayudarte, también quieren acabar con Klaus.

—Perfecto, ahora... Sólo tienes que liberarme. —la castaña asintió murmurando un par de oraciones—.

—Listo. —Elijah salió de la ahora inexistente barrera invisible— confío en que cumplirás tu palabra.

—Con gusto.

—Eres un hombre de palabra, de honor y valor, pero quiero que lo digas.

Elijah miró por un momento a Jasper y a Rosalie, luego le sonrió a la castaña.

—Tienes mi palabra, Claudine.

El vampiro quedó frente a los Hale.

—De cualquier forma, si tus amigos se meten en problemas, sólo abogaré una sola vez por ellos, de otra manera no importará el trato, estar en mi lista de protegidos no significa que sean libres de hacer todo lo que deseen.

El original se volteó hacia Claudine.

—Espero que Madison pueda desarrollar sus dones muy pronto, le harán falta.

El vampiro caminó hasta la puerta, la abrió y salió de allí sin más, fue entonces cuando la madre de Madison miró a los Hale y a Claudine confundida.

—¿Y Elijah?

—Se fue, dijo que tenía otra cosa importante qué hacer —mencionó Claudine—.

—Qué mal... Como sea, creo que deberían ir ahora con Madison.

Los muchachos asintieron vagamente para luego subir las escaleras y entrar a la habitación de la pelirroja.

—¿Por qué hiciste un trato con él? —.

Rosalie sonó enojada.

—No grites. —le regañó Jasper.

—Está bien... Hay muchas cosas que necesitan ser explicadas.

—Exacto —Madison frunció el ceño, dirigiendo su mirada a los demás presentes— creo que me han estado ocultando muchas cosas.

—Bien, será mejor que se sienten, será una charla muy larga.

Todos excepto Claudine parecían estar algo nerviosos, no sabían a que nuevo peligro se habían expuesto, y aunque la castaña lucía bastante tranquila, por dentro estaba muriéndose de la ansiedad por el peligro al que había expuesto a todos en esa casa.
Pero les contaría todo, le contaría a Madison la verdad y la ayudaría a encontrar su camino, a todos les ayudaría y protegería.
Esa era su labor, especialmente salvar a Madison, quien parecía ser bastante inocente en cuanto a su realidad.

MIDNIGHT LOVE - ROSALIE HALE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora