Capítulo 25

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Capítulo 25


Dejó la casa atrás y emprendió camino por la finca, no quería estar encerrada, en el exterior ya comenzaba a refrescar lo prefería a estar en el interior de la casa, necesitaba despejarse y Remy estaba muy insistente cuando salió del baño, y no era porque no confiara en ella, o porque se sintiera incómoda, creía que no era pertinente que le contara sus problemas con Ryan, era su hermano, y lo normal sería que se pusiera de su parte, de cualquier manera no quería poner a Remy en una posición incómoda.

Recurría a Miros a pesar de los kilómetros de distancia, su amiga siempre conseguía consolarla, pero no había mucho que hacer, Ryan era el único que podía aclarar sus dudas. Y no estaba por la labor. En la cena había estado extraño, lo pudo notar, sin embargo decidió que lo mejor era darle tiempo, ella también lo necesitaba.

Quería entenderlo, comprendía lo de sus exnovias, igual era extraño que comenzando la relación hablaran de ellos, pero que pasaba con su actitud extraña en la joyería. Su cabeza estaba hecha un lio.

Camino rodeando el terreno hasta que encontró un pequeño kiosco de madera, se veía viejo, pero encajaba perfectamente con el lugar. Se aproximó a él y se sentó.

Ya no tenía ánimos de ir a la fiesta, tenía energía para menos que prepararse. Vio a lo lejos una parvada de pájaros atravesar el terreno, era muy pacifico ese lugar. Podia imaginarse a los cinco hermanos Kavanagh correteando por el jardín trasero, molestado a Remy y ella devolviéndoles el golpe.

Sonrió recordando a su hermana, aunque su relación no era igual a la que tenían los Kavanagh, sí que se llevaban bien, Daphne fue su apoyo en preparatoria cuando sufría las decepciones con los chico. Quizá ahora era un poco absurdo pensar que eso la afectara, pero ella apenas tenía catorce cuando se llevó la desilusión de ser usada.

Jared era el chico guapo de su clase de álgebra, y ella como cualquier chica se sintió muy bien cuando él se acercó a ella en el pasillo. El chico parecía una versión más joven de Paul Walker, no tenía la nariz tan recta y sus ojos eran más grises que azules, era un sueño para cualquier chica de su instituto. Entonces la invito al café de moda, donde iban todos los adolescentes, ella acepto encantada. Su cita fue genial, era muy chistoso, incluso la beso cuando la dejó su casa.

Así transcurrió una semana hasta que le pregunto si podía hacerle el trabajo de álgebra, que él no entendía mucho y necesitaba el tiempo para entrenar, tenía un partido muy importante y necesitaba concentrarse en eso. Ella inocente acepto, el chico le gustaba mucho y no pensó que eso fuera mucho, era un trabajo de semestre, y en verdad ella quería ayudarlo.

Hizo el trabajo, se lo entregó el mismo día del partido, ella lo fue a ver y Daphne la acompaño, ella le pidió llegar temprano para tener un buen lugar en las primeras gradas, había estado antes en esos partidos y los chicos besaban a las chicas antes comenzar el partido y ella espera el beso. Su decepción fue ver como Jared besaba a Hannah, una chica popular que estaba cerca de ella en las gradas. Y él tuvo el descaro de voltearla a ver después de eso. Daphne se la llevó de ahí, antes de que se deshiciera en llanto.

Después de eso no volvió a dirigirle ni la mirada a Jared, y se negaba a saber nada de él, aun así no pudo evitar escuchar al día siguiente, mientras estaba en los aseos, a Hannah hablar con su amiga, sobre ella, el trabajo no era para Jared, era para Hannah y ella le había pedido que le ayudará.

Desde entonces se cerró más a las amistades y sobre todo a los chicos, hasta que en último año, llego Nick. Un chico desgarbado que disfrutaba molestar a los chicos como Jared y se mofaba de su poco IQ. Al principio pensó que era un asno por meterse con grandulones de americano, pero a Nick no le importaba, era escurridizo y varias veces se salvó de los golpes que Jared y sus amigos querían darle. Fue cuando ella salía de la clase de Arte que vio a Nick corriendo divertido por los pasillos, se escuchaban gritos espartanos por el pasillo, y ella no se lo pensó mucho, lo tomó por el brazo y lo metió al salón.

Suerte IrlandesaWhere stories live. Discover now