Capítulo 18: Camino hacia las estrellas

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Aquél artilugio tan preciado que le había cedido su abuelo Odiseo, era tan valioso para ella que pocos conocían de su existencia. Con uno de sus ojos color café, miró hacia su hogar. Las 12 constelaciones desde lejos parecían solo eso estrellas cercanas que formaban figuras pero con este telescopio de alta resolución, ya no se veían tenues si no muy claras, eran más como pinturas. Su abuelo estaba ahí derramando la vasija, dejando caer el agua y formando aquella catarsis maravillosa.

— Quiero hablar sobre lo que me pasa.

Victoria se sobresaltó y escondió el telescopio detrás de su espalda, le dedicó una sonrisa a Lauren.

Jack mostró a todos la pintura altamente inflamable que usaría para pintar la leña y así que la llama fuera más grande.

— Esto hará que tengamos la fogata.

— Parece arriesgado, no me parece justo— se quejó Kairi.

— ¡Bueno ya!, no seas gallina Kairi, es solo una ventaja, ¿Acaso crees que ellos no lo harán tampoco?

— Ya está decidido que lo haremos, la mayoría vota a que sí, así que no hay más nada que decir.

Danielle estaba aburrida de la prepotencia de Jack, su idea de hacer trampa le parecía sumamente sucia, y era de las que estaba en contra, pero no podía acusarlo, por el bien de todos. Cada vez pensaba en que estuvo en lo correcto en dejarlo ir.

Rhaett le entregó un jugo de manzana a Daniel, que estaba vendiendo Julián.

— Tu ex es detestable.

— Totalmente, no sé como metí con él.

Rhaett se la quedó mirando, no se había dado cuenta de lo hermosa que era Danielle, sus labios eran tan lindos que le aparecía volver a besarlo.

— ¿Qué pasa? ¿Por qué me miras tanto?

Aquella mirada de él la ponía sumamente incómoda pero tenía que fingir ser fuerte ante él.

— Nada, fea — se burló.

Danielle le pegó con la botella de jugo en la cabeza y comenzaron a reírse entre ellos, como unos muy buenos amigos.

— Por favor háblame más sobre lo que sucede— suplicó Lauren

— Tienes un don, uno que te dieron los dioses, el de percibir lo malo en donde más nadie lo ve, de dar premoniciones, tú eres muy poderosa. Al igual que Daniel.

— No lo sé... todo esto parece una mentira.

— Bueno si no me crees, espera que llegue la noche y te haré creer.

La noche llegó y había algo especial para todos, algo que había preparado Victoria especialmente para todos, bajo una noche estrellada. Todos reunidos en círculo y la profesora en el centro.

— Esta noche es verdaderamente mística y me gustaría que se detuvieran a mirar hacia el cielo.

Los chicos levantaron la cabeza y apreciaron el cielo estrellado. Cristian intentó agarrar la mano de Andrea aprovechando el momento pero ella la apartó, se sintió sumamente herido.

— Los astros nos iluminan hoy y los dioses también.

Charlotte gastó una risita y Victoria le clavó la mirada, ella apretó la boca y aguantó una carcajada, ante su lógica todo esto era una locura.

— Hoy es un día especial para todos, tengo algo especial para ustedes y es una consulta desde su signo zodiacal, sé que les mandé averiguar sobre ello y deben saber de qué trata. Básicamente todo este campamento ha tenido una razón y es que aprendan un poco de la naturaleza que nos creó y además tener esta reunión hoy que sé que les cambiará mucho su punto de vista.

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