Parte 10 intrusos

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Peter insistió en que yo durmiera en la cama, al otro lado en la cama grande dormían Cecy y la anciana que resultó ser su tía. Peter se quedó en el viejo sillón pero me insistió en que era muy cómodo. Aunque lo escuché dar muchas vueltas antes de que se quedara dormido.

Me quedé mirando al techo, estaba cansada pero habían pasado tantas cosas que no podía quedarme dormida. Me pregunté si podría volver a casa pero más aun, si quería volver. No deseaba toda esa opresión y, a pesar de que nos la pasamos huyendo, en el exterior me sentí más libre de lo que nunca había sido.

Además miré a Peter que dormía con la boca entreabierta pero no deformaba su cara angelical, me estaba encariñando con él más de lo que había creído posible.

La mujer anciana nos alimentó, mejor de lo que hubiera pensado ya que hubo papas y verduras en su menú. No imaginé ni quise saber el origen, solo me concentré en que tenían buen sabor. Cecy habló con ella en italiano así que no entendimos nada, pero Peter me hizo compañía hablándome de los mercados en el exterior.

Por fin estaban pesando mis párpados, comencé a dormitar cuando escuché un golpe en la puerta metálica. Pensé que había sido mi imaginación, pero los nervios no me dejaron cerrar los ojos de nuevo, todo estaba oscuro porque no había ventanas, no podía ver ni mis manos frente a mí.

Me levanté y palpé la pared hasta chocar con la mesa donde había una vela, con los dedos encontré los cerillos y encendí uno. Al prender la vela pude ver humo a mi alrededor, me dije que la vela no produciría tanto. Inhalé profundo y noté mi equivocación cuando el gas penetró mis pulmones y comencé a toser. 

Peter despertó de un salto, se puso la mascarilla y me lanzó la mía. Luego fue a despertar a las demás.

-¡Cecy! ¡Arriba, nos encontraron!

Ella despertó confundida pero al notar el gas se levantó de un salto, sacudió a su tía pero la mujer no se movía. 

-¿Hay otra salida? - pregunté, llevé la vela conmigo al cuarto de baño pero no parecía haber ventanas tampoco... estabamos atrapados.

Cuando volví al cuarto principal, Cecy sacudía casi violentamente a la mujer que parecía lánguida y pálida, Peter tiraba de Cecy pero la chica con su fuerza impresionante no se dejaba apartar.

Eso hasta que Peter la levantó en un abrazo y la chica lloraba sin parar. Me acerqué un poco más con la vela para comprobarlo, la mujer no se movía...tampoco respiraba.

Cecy comenzó a calmarse, pero Peter se alarmaba cada vez más. -No ¡Ponte la máscara! ¡No te duermas!

Pero era muy tarde porque Cecy perdió la conciencia. Se quedó como dormida en brazos de Peter. 

él se volvió a mirarme - Tienes que dejar que te lleven de vuelta a la ciudad, nosotros nos las arreglaremos. 

-¿Qué? - grité alterada - ¡Ni creas que los dejaré aquí! Los arrestarán o algo peor. 

Entonces alguien comenzó a aporrear la puerta, busqué desesperadamente en el suelo por otra compuerta... pero no había una esta vez.

Peter dejó a Cecy inconsciente en el sillón y fue hacia la puerta, pero corrí y me interpuse en su camino. Quedé tan cerca que podía sentir el calor que emanaba.

-No te dejaré.

-Tienes que hacerlo. Vuelve a casa... nunca estarás bien aquí. 

Lo miré con resentimiento, tratando de ver si lo decía como insulto pero solo ví preocupación en su rostro. Entonces se inclinó hacia mí y nuestros labios se encontraron, los suyos eran ásperos pero dulces a la vez.

Entonces la puerta estalló tras de mí con un estruendo, Peter me abrazó para protegerme pero en menos de un segundo varias manos me apartaron de él y me quitaron la máscara. Grite tanto que comencé a inhalar gas, tosí para tratar de sacarlo pero la inconsciencia amenazó con llevarme. 

Lo último que vi fue tres sujetos vestidos de negro forcejeando con Peter, le quitaron su máscara y lo escuche gritar mi nombre.

Entonces todo se oscureció. 


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⏰ Last updated: Jul 10, 2020 ⏰

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