❝Emotions❞ → Kim Taehyung.

Sweet➜28

Por favor escuchen la canción, es preciosa y la escuche mientras escribía este capítulo.

🌈👀

—Tengamos una cita.

Detuve lo que estaba haciendo en la computadora y levanté la vista hacia ti, habías escogido al suelo como un buen lugar para sentarte.

—Como cuando empecé a conquistarte
—sonreíste de forma dulce—¿Qué dices?

Estas últimas semanas habías estado invadiendo mi espacio incluso sin consultarme, era tanto el cariño que te tenía mamá que te dejaba pasar, aún cuando le dije que al menos me avisará.

No estaba en contra de que vinieras, al contrario, me gustaba sentir tu presencia cerca de mí, pero en ocasiones aparecías mientras salía del baño o cuando me vestía.

Y moría de vergüenza por ello.

Te dedicaste a saber cada aspecto de mi, que había hecho, que tenía planeado hacer, qué hábitos nuevos había adquirido, si cambié mi guardarropa, e incluso cuánto pesaba.

Fui buena contigo y te puse al tanto de algunas cosas que había cambiado en mi en el periodo en el que tu ausencia me hizo falta, siempre hablábamos en mi habitación, permanecías allí diciendo que te gustaba, y me sorprendí un poco ante tu petición, al menos ahora haríamos algo diferente.

—¿A donde me llevaras?

—Ya lo veras.

Te despediste con un beso en mi frente prometiendo regresar más tarde.

Suspire esbozando una pequeña sonrisa, imaginando el lugar a donde me llevarías.

Y como nuestra primera cita, me sentí emocionada, llena de adrenalina y con suficiente paciencia para arreglarme como aquella vez, mi estilo de vestir había cambiado un poco, y era momento de demostrartelo Taehyung.

No solo era el hecho de que quería que me vieras luciendo diferente sino que el estilo que usaba me gustaba y era cómoda para mi, me hacía sentir bonita  y eso era lo más importante.

Una falda de gamusa con una blusa de color oscuro a rayas y unas sandalias, me sentía bien con mi cuerpo y no era complicado.

—Tu chico está abajo. —Papá se dejó ver en el umbral de la puerta—Espera por ti.

—¿Cómo me veo papá? —Le pregunté dándome una pequeña vuelta.

—Hermosa, te pareces tanto a tu madre.

Sonreí tomando mi bolso y sacudiendo la falda un poco.

— Deberían salir a cenar, hace tiempo no pasan juntos —comenté saliendo del cuarto— Me voy, no tardaré papá.

—Disfruta la noche, yo también lo haré.

—No se que significa eso, y prefiero no saberlo.

Negué quitando cualquier pensamiento extraño que mi cabeza haya creado por aquel comentario inofensivo, pronto llegué a la sala en donde te encontré, con un atuendo que realzaba tú extrema belleza.

...

Aquella noche fue extrañamente hermosa, tu actitud era muy chistosa ante mis ojos, algunas palabras se mezclaban en tu boca y no lograba comprenderte, al final entendí que estabas nervioso.

Algo que rara vez sucedía porque siempre eras seguro de ti mismo, tenías confianza y valentía, además de una gran facilidad para relacionarte con las personas.