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Desperté sintiéndome más plena, obviamente me dolía el engaño y la traición pero no podía quedarme llorando como magdalena toda la vida.
Bañe a los niños y les de de comer, desayune un poco y salí de casa, la casa estaba en silencio y Eduardo no apareció por lo que supuse que el no estaba.

Hablé con Mayve y quedamos en salir con Ana para el salón de Belleza, necesitaba algún cambio pero ya.
Obviamente no me pintaría nada ni me cortaría nada el cabello aunque me juraran que no pasaba nada con el embarazo.

Solo iríamos a ponernos pestañas y hacernos el planchado de cejas junto con el manicure.

Le dejamos a los nietos a los abuelos y salimos las tres.
Después del salón paseamos un rato más, pasamos junto a un local de vestidos hermosos, Ana no dudó en pasar a probarse uno, a ella todo le quedaba bien.

-Oye Isa, Kevin me dijo que había hablado con Marco para salir los cuarto, hace mucho que no salimos como personas normales.- Comentó ella nerviosa viendo entre los vestidos.

-No me dijo nada, supongo que si, yo también extraño salir como antes, aunque tienen que pasar por mi ustedes, ya saben que yo no puedo llegar con el si vamos a un lugar muy concurrido.- Comente apenada.

-Claro no te preocupes.- Me sonrió ella en agradecimiento.

Salimos de la tienda, yo me reservé en comprar algo, ayer me había vuelto loca y no quería abusar tanto si entraría al curso.

Al llegar a casa, después de recoger a los niños, hice la comida, la casa ya estaba limpia gracias a la muchacha.
Marque los números del folleto y me inscribí.
Ellos nos proporcionarían el primer material y nos prestarían sus herramientas de trabajo.
Busque los precios de las máquinas que necesitaban y al parecer no estaban tan caras, la cortadora que necesitaba valía diez mil pesos y la plancha con los demás moldes valía veinte mil, si Eduardo se gastaba más en ropa carísima que yo no pudiera para empezar un nuevo negocio.

Se oyó la puerta abrirse y me di vuelta hacia la estufa.

-¿Si te  inscribiste?.- Pregunto el, lo vi agarrando el folleto entre sus manos.

-Si, te devolveré el dinero.- Aclare rápidamente.

-No es por eso, tú sabes que lo mío es tuyo.

-Al parecer no nada más mío.- Dije irónicamente y el bufo.

-Kevin nos invitó a salir, le dije que te preguntaría antes.

-Le dije que si a Ana y May cuidara de los niños.

-¿Puedes darme de comer?.- Pregunto apenado.

-Claro, siéntate.- Le dije apuntando hacia la silla de la barrita.

Le serví su plato y el mío y comimos en silencio.

Un poco más tarde, me di una ducha y comencé a arreglarme, siempre llevaba mi pelo lacio, así que decidí hacerme unas ondas no tan marcadas pero el cambio se vio al instante, además de cargar un poco más mi maquillaje y poner un labial rojo intenso tipo buchona.
Además coloque unos pantalones negros súper ajustados, junto con un cinto del mismo color, mi  abdomen sin seguía muy plano por lo que no había problema, puse mis botines de tacón con las que sentía que no correría el riesgo y una camisa blanca para que contrastará.

Me veía diferente, antes vestía un poco más flojo , me sentía rara no sabía si me gustaba o no pero ya era muy tarde para cambiarlo.

Ignore la mirada de asombro que me dio Eduardo cuando salí del vestidor, Tome a los niños y los baje, espere a que Kevin y Ana llegaran para podernos ir.

-¿Vas conmigo?.- Pregunto el y se que mi gesto fue de confusión por que el agrego.- Podemos verlos haya.

-Ah, no gracias ¿De cuando acá tú puedes llevarme a lugares como el que vamos?.- Pregunté un tanto molesta.- Si antes te molestabas por que sacaban alguna foto o hacían cuenta de fans mía por que piensan que soy amiga de la familia, Dime tú ¿Desde cuando?.- pregunté ya exaltada.

-Deja de gritarme, solo fue una simple pregunta, ya no me importa si te relacionan conmigo, tenía miedo que te hirieran con comentarios, pero el que te dañe fui yo.-Dijo y salió de la casa, se escuchó como Kevin sonaba el claxon y salí batallando con los bebés.

Eduardo me ayudo a subirlos y salió en el carro.

-¿Todo bien cuñada?.- Me sonrió Kevin.

-Claro.- le sonreí en respuesta.

Dejé a los niños con mis suegros y salimos directo a cenar, fue algo muy tranquilo, extrañaba estar así, aunque sea con Eduardo.

El se estaba comportando demasiado bien, muy atento hasta con los más pequeños detalles.

Fuimos a un Bar, no había mucha gente, más bien era un tipo Karaoke.
Encontramos una mesa un tanto alejada del escenario para poder platicar a gusto, esperamos a los meseros pero no nos atendían.

-¿Me acompañas ala barra? Voy a pedir por que los meseros están muy lentos.- me preguntó Eduardo y yo asentí sería.

Me senté en uno de los banquitos y el se quedó parado, puso una mano en mi espalda y acarició lentamente haciéndome erizar.

-¿Tú que vas a querer?.- pregunto después de pedir una botella de Whiskey  cervezas.

- Quiero una orden de botana y una piña colada sin alcohol Por favor.- Pedí amablemente.

-¿Ya pensaste en algún nombre?.- Me preguntó el susurrándome al oído.

-No, tenía pensado en que si es Niño podría ponerle el nombre de mi Abuelo Sebastián, pero no tengo idea de uno para niña.- Reí por lo bajo.

-Sebastián es un boni.....- Las palabras de Eduardo se quedaron en el viento.

-¿Isabela sabe que estás aquí Eduardito?.- Interrumpió una voz muy conocida para mi, me tense al instante, no quise voltear.

-¿Y si no que?.- pregunto Eduardo burlón.

-Tendré que decirle a mi pobre amiga que nuevamente estás haciendo de las tuyas, te dije que por cada vez que me rechazaras, te haría sufrir.- Murmuro ella.

-Caíste bajo al meterte con ella.- Dijo el molesto.

-Sabia que ella era tu punto débil, pero si quieres que le diga que fue un error, puedo decírselo, después de que dejes a esta, puedes pasar por mi casa.- Dijo coqueta.
No aguante mas, voltee la cara y su reacción fue de horror.

-¡Isabela! Puedo explicarlo amiga.- Comentó ella.

-No lo intentes, no me hagas perder mi valioso tiempo.- Murmure tomando de la mano a Eduardo jalándolo hacia la mesa.

-Ya traen las cosas.- Murmuro Eduardo y ellos asintieron.

-¿Te sientes bien Isa?.- Me preguntó Ana y yo asentí.

-Si es solo que aveces me mareo un poco- Le respondí y le sonreí incomoda, voltee a ver a Eduardo que me miraba fijamente.

¿Que acababa de pasar?

TENIAS QUE SER TÚ (Markitos Toys)Where stories live. Discover now