Ojitos Tristes - Emiliaco [Editando]

11. ambos en la habitación

(Les recomiendo que escuchen atentamente la canción, ya que siento que queda perfectamente bien)

JOAQUÍN

A

yer por la tarde, una vez que Mauricio me trajo a la casa...me golpeó. No sé pudo contener y una vez más lo hizo.

Aún recuerdo cuando me bajo del coche a rastras y me metió a la fuerza a la casa, iba subiendo las escaleras y al parecer le urgía llegar a la habitación para empezar a golpearme.

Ya que una vez subí las escaleras, me empujó eh hizo que cayera, mi barbilla estampó en una de las escaleras y mi estómago también, haciendo que me volviera a lastimar.

Me tomo del cabello y me arrastro hasta la habitación, una vez llegamos me aventó y caí de espaldas, no se canso de golpearme.

Me colocó una de sus camisas en la boca y amarro mis manos, ahí me encontraba en el piso de la habitación amarrado de las manos y no podía hacer nada más.

El gozaba pegarme, lastimarme y herirme.

Me pataleaba una y otra vez. Yo solo sollozaba, y le pedía con la mirada que parara.

El solo decia: no quiero volverte a ver con el chófer, aléjate de el, no los quiero ver juntos, no te atrevas a engañarme Joaquín, no eres nada sin mi, no son nada sin mi.

Mientras me golpeaba. sabía que estaba molesto por qué Emilio me llevo a su casa, y trato de ayudarme, pero no sirvió de nada, Mauricio estaba molesto.

Paro de golpearme y salió de la habitación, yo solo rogaba que Emilio no estuviera en la casa o ambos se agarraría a golpes.

Después de unos minutos subió a la habitación se acercó a mi, ya que seguía tirado en el suelo y sin más me soltó una cachetada con todas sus malditas fuerzas.

Y sin más se acostó en la cama, dejándome ahí tirado en medio de la habitación. La madrugada llegó y nadie subió a la habitación, el frío se instaló en la habitación, ya que Mauricio había dejado el balcón abierto, el se encontraba acostado en la cama con una suave colcha, y yo aquí muriendo de frío.

Apesar de todo lo que hizo...no lo odio.

Poco a poco cerré los ojos y me olvidé de todo, hasta que me removí y me sentí en una superficie muy cómoda, poco a poco abrí los ojos y me divisé en el colchón, Mauricio ya no estaba más nada en la habitación, pero a quien vi, sin duda no me lo esperaba.

EMILIO

Contuve mi furia...una vez más.

La hora de mi salida llegó, y sin más remedio me fui a casa de mi abuela, con demasiado miedo de que puede o pudo aver pasado en aquella habitación.

Llegué a casa y mi hermana Ivanna se encontraba llorando en los brazos de mi abuela, al parecer noto la mala vibra de Mauricio.

Me destruyó ver cómo me rogaba que no fuera más a esa horrible casa, me la dijo demasiadas veces hasta quedarse dormida en mis brazos.

Mi abuela tampoco quería que regresará, una y mil veces me dijo que ella se encargaba de todos nuestros gastos, pero no quería que regresará ahí.

Le dije que lo pensaría, pero claro está que no me alejaré de esa casa, hasta asegurarme que Joaquín este a salvo de ese hombre.

Una mañana daba inició y yo caminaba por las calles de la ciudad de México, una vez llegué a la casa de los Mariscal, todos ya había desayunado, Mauricio salió a su trabajo y su mamá se quedó en la casa, mientras yo hacia mi trabajo.