24.

1.8K 176 33
                                    

Los siguientes dos días TaeHyung los pasó en cama, siendo mimado y consentido por JungKook, y aun que le encantaba, era juguetón e inquieto y ya quería corretear por todas partes.

También por más que lo había intentado su voz no aparecía, y de mala gana tuvo que aceptar que no podría aprender a hablar aún.

Para el cuarto día en su forma humana, ya no le gustaba estar en la cama, y había recuperado su color y ánimo. Ya no dormía tanto y su apetito había vuelto como lo recordaban: insaciable.

Así que TaeHyung debía salir a pasear con JungKook y averiguar que era lo que lo había puesto tan triste.

TaeHyung se levantó de la cama lentamente mientras JungKook recibía los correos electrónicos con las calificaciones de los alumnos obtenidas en las actividades que envió.

JungKook lo vio de nuevo sobre sus lentes paseando de aquí para allá buscando algo.

Y cuando Tae encontró la correa fue al baño, decidido a ponersela él mismo.

La ató en su cuello para ir con JungKook sonriente.

Cuando TaeHyung apareció en su campo de visión con la correa JungKook quiso reír, pero se contuvo un poco para no hacer sentir mal o avergonzado al pequeño.

— ¿quieres dar un paseo? No necesitas esto ahora Tae. Ven. — le desató el collar y rió suavemente. — si quieres salir hay que cambiarte. — tocó la punta de su nariz y cerro el ordenador para quitarse las gafas y vestir a TaeHyung.

Estaba terminando de atar sus zapatos cuando su celular sonó, y respondió sin más.

Las orejitas del híbrido se movieron a todas partes, intentando descifrar a quien había encerrado JungKook en ese extraño aparato.

Y no pudo evitar sonreír cuando escucho a Jennie.

Si estaba atrapada en ese aparato, mejor para todos. Se lo merecía.

Pero JungKook hablo.

— ¿quieres ir con la pequeña Soo y con Jennie? — TaeHyung quería negarse, quería huir, pero JungKook empezó a atar sus muñecas suavemente con el lazo. — será divertido. — sonrió.

Y TaeHyung no pudo quejarse demasiado.

Claro que, como compensación, Tae hizo que el prlinegro lo cargara todo el camino, y liberó más de su olor marcandolo silenciosamente, aun que nadie lo supiera.

Cuando llegaron al parque, Jennie los recibió emocionada y TaeHyung frunció el ceño inconforme.

Ahí estaba de nuevo liberando ese desagradable aroma para atraer a JungKook, lo sabía, y no le gustaba. Sus encías picaban por morder a JungKook, pero este lo bajo al suelo para empezar a liberar su muñeca.

TaeHyung lo vio con ojitos suplicantes y JungKook le revolvió el cabello bajo el gorro.

— ve a jugar con la pequeña Soo. — ánimo JungKook, y pronto TaeHyung tenía a la pequeña híbrida tirando de su brazo.

TaeHyung se acercó a JungKook y tomó su brazo para morder el antebrazo.

JungKook rió divertido y TaeHyung fue arrastrando por Soo hasta un bello arbusto de flores llamativo.

Jennie rió al lado de JungKook y ambos se sentaron en una banca.

— es curioso, Soo nunca me ha mordido.

— supongo que es de gatos... — murmuró. — marcan territorio. — añadió.

Jennie rió de nuevo.

Mi Pequeño Gatito. 𖦹 (Kooktae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora