14. Grabadora

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POV María José

Gracias maestra.

Salí corriendo en busca de aquella castaña. Me preocupaba el hecho de como se estará sintiendo en estos momentos.

Ella no era nada de lo que se expresó en esa entrevista. No entiendo que pasó si yo había enviado la entrevista redactada por correo y esa no era la mía. Yo jamás escribiría esas cosas y muchos menos si tratan de Daniela.

Solo me queda pensar que modificaron mi historia.

¿Quién sería tan descarado o descarada de hacer eso?

Luego lo averiguaría, ahora, mi prioridad era en buscar a Calle.

Pasé por su casillero y no la vi allí. Fui a los baños que habían en este colegio y nada, ella no estaba.

Decidí ir a mi casillero a por mi teléfono. Lo saqué, cerré el casillero e intenté marcarle.

Timbre

Timbre

Timbre

Y nada, ella no contestaba.

Apreté mi teléfono fustrada por la situación. Salí para ver si la veía en el patio donde almorzamos y no estaba. Fui al campo de juego, vacío.

Seguro está en su casa ya que ella vive prácticamente cerca, Daniela recién lleva un tiempo aquí, dudo que esté lejos de su zona de habitud.

Estaba a punto de salir de la zona del colegio pero me detuvo el charco de agua que pisé, manchando así mis zapatos, medias y un poco mi pierna.

Joder

Sacudí un poco mi pierna tratando de escurrir el agua en ésta.

Iba a correr nuevamente hasta que paré en seco.

Agua...

¡La piscina escolar!

Me pegué con la mano en la frente por haber tardado tanto en darme cuenta que el lugar más probable en donde se encuentre, sería en el área de la piscina del colegio.

Ella me había dicho que cuando hace natación, aparte de ser su pasión, la ayuda a relajarse.

Retomé nuevamente mi camino para ir al área de piscina.

Corrí tanto que al llegar, me detuve en la entrada, flexioné un poco mis rodillas y coloqué mis manos sobre éstas, estaba exhausta.

Mientras tomaba un poco de aire, subí la vista y busqué con la mirada a la castaña por el lugar.

Y sí.

Ahí estaba ella.

Con su swimsuit puesto pero esta vez, sin el gorro. Su cabello mojado caía por su espalda, haciéndola ver divina. Ella no podía verme, estaba de espalda mientras jugaba con el agua.

Parece una sirena, una hermosa y tierna sirena.

Luego de no estar reclamando aire exageradamente, tomé una profunda respiración y decidí acercarme a ella.

Las cosas entre Calle y yo estaban delicadas.

Yo no había querido acercarme a ella por mi miedo a que me rechace, por eso no sé como tomará mi presencia.

Tenía miedo de lo que puediese suceder.

Una vez parada a la orilla de la piscina, estaba a punto de hablar cuando noto que ella se zambuye al agua.

La Nadadora Estrella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora