12: No lo recuerdo.

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[Sin revisar cómo siempre porque todo me da pereza.]

Con un jadeo me reincorpore rápidamente, sentándome a la vez.
Me dolía la espalda de haber estado estirada tanto tiempo.

Una sonrisa que no duró mucho se formó al mirar alrededor de la habitación, era mi habitación, mi cama de seda, mis muebles blancos... Volvía a estar en la academia. Pero ahora sentía un vacío mucho más grande que cuando me había ido, sabía que jamás volvería a ver a Misty.

Mire mi reloj de pared, tratando de evitar las lágrimas que volvían a acumularse alrededor de mis ojos. Cuando pude descifrar con mi vista borrosa la hora que marcaba, me sorprendí. Sólo habían pasado dos horas desde que me había ido, para mí habían sido meses.

Derrepente algo empezó a formarse en el suelo, parecía la forma de un cuerpo que cada vez se hacía más y más claro.

No puede ser, es imposible que sea ella.

O pero realmente lo era, Misty Day se encontraba estirada en el suelo de aquella misma habitación, todavía inconsciente.

— Misty. —me agache, acercándome rápidamente a su cuerpo.— No puedo creer que estes aquí. —mis lagrimas de felicidad cayeron hasta su cabello.

Lentamente la cajun abrió sus azulados ojos, una expresión de miedo y confusión no tardaron en llegar.

Oh no, algo va mal.

Rápidamente se apartó de mi lado y empezó a susurrar palabras incoherentes, su pecho subía y bajaba por el miedo.

— Misty, respira. —agarre suavemente sus manos pero ella no tardó en apartarlas.— Cariño, soy solo yo.

— ¿Quién eres tú?

Esa frase, esa frase quedará para siempre en mi memoria. Las lágrimas se formaron en mis ojos cuando entendí por fin que había pasado, ella no recordaba nada.

— Soy yo, soy Cordelia Goode.

— Lo siento pero no logro recordarla. ¿Es alguna amiga de la familia?

— No. Mist soy yo, la señorita Cordelia. —volvi a repetir sabiendo que no serviría de nada, pero igualmente necesitaba intentarlo.

— No la recuerdo, lo siento.

— Está bien Misty, no pasa nada. ¿Que es lo último que recuerdas?

— El fuego, me quemaron en una hoguera. —su voz temblaba.— ¿Tú me has salvado? —esa preguntá hizo que mi corazón doliera sin ningún motivo.

— No, te salvaste tu sola y Zoe te trajo aquí, a este aquelarre.

— ¿Zoe?

— Es tu amiga Misty. —volvi a intentar tocarle las manos y esta vez sí me lo permitió.

— Lo siento, no la recuerdo. —su voz tan inocente era como un canto celestial, aunque sus palabras dolían como el mismo infierno.

— Deja de disculparte. No has hecho nada mal. —sonreí para tranquilizarla.— Estoy tan feliz de que estés aquí, te he buscado por todas partes. —lo decía enserio, muy enserio.— Yo sé que pronto recuperarás esa parte de la memoria que te falta, podremos volver a ser felices juntas. —realmente no pensé que estaba diciendo en esa última frase.

— ¿Juntas? ¿Estábamos juntas?

— No, no. Sólo éramos amigas.

— Me sorprende. —ella rió. Mi cara de confusión le dio señal para hablar.
— Mirate, eres preciosa, pareces amable y tu sonrisa podría cegar a todo el universo. Estoy segura de que éramos muy buenas amigas, pero tú tono de voz a sonado diferente.

No supe que responder a eso, pensé en decirle "Bueno, éramos amigas pero desde el momento en que te vi supe que querría pasar la eternidad contigo." tal vez eso la asustaría, lo mas probable es que hubiera salido corriendo.

— Éramos como hermanas.

Si, claro. Como ""hermanas""

Las horas pasaron y mis esperanzas en que Misty recuperará la memoria disminuían, no recordaba nada sobre la academia. Ni siquiera cuando vio a Zoe, ni cuando Stevie toco en el piano.

La primera noche en la que volvió, me encargaré de enseñarle toda la casa con la esperanza de que sus recuerdos regresarán, fue en vano.

— Esta es la entrada. —recuerdo haber señalado como si fuera el lugar más importante de la tierra.

— ¿Que tiene de peculiar? —la rubia inocente preguntó, ningún recuerdo la iluminó. Todo era oscuro, no recordaba haber visto nunca esa casa.

— Estábamos justo aquí de pie cuando nos conocimos, solo con tocar tu mano ya supe quien eras y lo importante que serías para mí. —al darme cuenta de mis palabras me alarme.— Quiero decir... Para este aquelarre.

— ¿Tal vez si vuelvo a tocar tu mano pueda recordar el momento?

Creo que la amnesia no funciona así... —antes incluso de poder acabar la frase la cajun agarró mi mano. Sentir de nuevo ese cálido toque acompañado de una inexplicable electricidad, hizo que todos mis problemas se olvidarán durante unos segundos.

Pero sus ojos mostraron indiferencia y ver eso me mató por completo.

— Lo siento pero sigo sin recordar nada.

También le enseñé y explique todo lo que habíamos logrado en el invernadero, pude ver el brillo en sus ojos al mirar las plantas, el mismo brillo que solía tener cada vez que hablaba conmigo, pero ya no, ahora solo me miraba con algo parecido a la admiración y el agradecimiento. Antes un sentimiento más se filtraba en sus ojos, uno que jamás pude reconocer pero que a día de hoy empezaba a entender. ¿Era amor?

Me giré para mirar a la cajun la cual estaba durmiendo a mi lado, en mi cama. No quedaban habitaciones libres y le ofrecí la mía, yo quería dormir en el sofá pero ella se negó rotundamente, diciéndome que las buenas amigas podían compartir la cama.

Verla tan en paz y sin sufrimiento me hizo feliz de verdad, llevaba meses viéndola sufrir sin parar y pensar en todo aquello hacia que las lágrimas se empezarán a formar.

— Ahora estás a salvo. —susurre, dándole un suave beso en la cabeza. — No permitiré que nada malo te pase de nuevo.

N/A: Bueno, porfin después de semanas he vuelto! Quería disculparme porque dije que actualizaría semanalmente, ese era mi plan, pero acabo de empezar las clases y no están siendo nada fácil, así que tenerme paciencia porfa.

PD: ¿Habéis visto Ratched? Me he enamorado por completo de esa serie y de todos los personajes 😭✋

He tenido varios gay panics mientras la veía, no me escondo.

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Locked Out Of Heaven| FoxxayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora