Capital Letters | Barbarena I Terminada I Editando

Capítulo 1: Never was a leader

Never had a thing for fairytales
Not really a believer...

El viernes recién comenzaba para una Macarena que había dormido más de lo habitual así que se preparó un café junto a su almuerzo. Eran las cinco en punto, cuando la rubia decidió poner una de sus listas de reproducción, mientras comenzaba a prepararse. Tocó la primera canción que apareció en la lista de aproximadamente veinticinco canciones que trajeron diversos recuerdos de lo que ella, hasta entonces, evitaba mencionar, pero en ese momento era necesario pensar. Se sentó en una silla frente a los tocadores, accesorios, la bocina que modificaba el volumen de las canciones de su celular y, a la vista, un sobre negro con su nombre y apellido escritos en letras plateadas en la parte posterior. Tomó el sobre con una mano, mientras que la otra estaba cerrada en un puño, sosteniendo su barbilla. Recargada ahí, decidió echar un vistazo a la invitación nuevamente, para asegurarse de no perderse ni el día ni la hora. No es que fuera posible, pero en esas alturas del partido, no sabía si tenía la cabeza para enfrentar un evento de ese tamaño.

Didn't wanna be a ghost
But you pushed me over and over...

Era diciembre y había programado un viaje con la familia, porque la temporada en Europa y la fase de dejar tu vida en el trabajo ya habían terminado, por lo que necesitaba ocupar mi cabeza, nuevamente, incluso después de unos meses de ese fatídico día. Entre la cantidad de correspondencia que aún llega por correo, solo podía pensar en las posibles tarjetas de Navidad que los parientes lejanos aún envían, así que miré cada sobre, religiosamente, uno por uno, para separar lo que podría ser mío. La sorpresa vino con ese papel negro y, en letras plateadas, mi nombre completo, con el sello de Televisa. Ni siquiera sabía que todavía enviaban algo allí, ni cómo sabían que estaría en la casa de mis padres, en esa época del año, pero no pensé que sería  malo. Cuando lo abrí y me di cuenta de que era una invitación, Innumerables posibilidades pasaron por mi mente. Estaba siendo invitada, junto con todo el resto del elenco de la telenovela, a una cena-reunión, que tendría lugar en unos pocos meses. Querían celebrar el éxito de la telenovela y el contrato, finalmente firmado, para una próxima temporada. Había pasado medio año desde que Bárbara y yo nos conocimos, y, aunque por azares del destino estuvimos en los mismos lugares, no nos cruzamos, incluso al intentarlo. Y lo intenté. Por un tiempo juro que lo intenté.

Después de escribir la carta, la puse suavemente debajo de su almohada, rezando en silencio para que no se despertara. Tan pronto como me sentí segura para irme, sin ser vista, no miré hacia atrás. Sabía que si miraba, no tendría el coraje de dejarla solo con mi perfume en la almohada y la marca de mi lápiz labial en el papel. A partir de ese día ya no hablamos. Pensé en despedirme antes de verla partir para otro proyecto y prepararse para otra aventura alrededor del mundo. Pero me di por vencida en el momento en que entré en casa y me di cuenta de que era mejor dejar que se asentarán las cosas. Ese no era el momento. No todavía. Solo esperaba que ella estuviera bien. Y ahora no tengo idea de cómo está, o dónde podría estar recibiendo esta misma invitación, o si está pensando en lo mismo que yo, en lo que soy para ella.

Antes de que alguien más apareciera allí y me viera así de nostálgica mirando el logo de la compañía para la que trabajo, en medio de unas vacaciones, decidí mantener un último aliento dentro de un pensamiento que no me dejaba en paz, al recordar el día que entré en aquella compañía y mi vida cambió de una manera que solo Bárbara podría entender: ¿Cómo es posible, entre tantos edificios, espacios, personas y horas del día, que el universo alineara  nuestros caminos exactamente en el mismo momento?

...Blurry bodies, but you're on my mind
We let it go now I'm full of rum and regret
I go out just so I can reforget.