32.

3K 175 188
                                    

Mi vista esta clavada en mis amigas, las cuales de igual manera me miran fijamente intentando absorber toda la información reciente.

Después de que Zayn se fuera, les llame y les dije que necesitaba contarles algo. Fueron por mí en el auto de Elizabeth y justo ahora estamos estacionadas a un par de casas de Harry.

Decidí que lo más prudente era regresar y disculparme por haber sido tan grosera e irme esta mañana sin más, la culpa no ha dejado de perseguirme y sé que está molesto o herido. No ha respondido mis mensajes y cuando lo hizo fue demasiado frio.

No lo culpo, fui una completa tonta.

— ¿Intento besarte? —Elizabeth pregunto por milésima vez en los últimos cinco minutos. Asentí.

—No sabía que de verdad esta tan enamorado de ti. —Celine comento a su lado. Rodé los ojos.

—No creo que este enamorado. —Ellas me regalaron una mirada de "¿Hablas en serio?" — Quizás solo se siente solo, tomen en cuenta todo lo que ha pasado últimamente, solo necesita a alguien a quien recurrir.

—Cuando necesito a alguien a quien recurrir no intento besarle ni me molesto cuando menciona a su actual pareja. —Contesto Elizabeth.

Lo último que quería era herir a Zayn, él siempre ha formado parte de mi vida y saber que solo lo herí más me lastima.

Pero tampoco puedo ser tan egoísta como para estar con él cuando no lo quiero de esa manera. No sería justo para ninguno de los dos.

—Ya habrá tiempo para que hablen bien. —Celine me animo removiendo mi cabello de forma juguetona. Les regale una cálida sonrisa.

— ¿Y bien? —Elizabeth me medio empujo. — ¿No irás con tu hombre?

Hizo una seña con su cabeza en dirección a la casa de Harry. Mi estómago se revolvió.

—Tengo miedo. —me sincere y ellas rodaron los ojos.

— ¿Por qué?

—Siento que está furioso conmigo. —hice una mueca.

—Lo entendería si lo está. —Eli hablo esta vez. — Lo abandonaste.

—No quise herirlo. —me defendí. — Entre en pánico y quise salir de ahí, pero nunca quise lastimarlo haciéndolo creer que solo lo abandone.

—No seas cobarde. —Elizabeth se acercó a mí y abrió la puerta de mi lado. — Ve ahí y explícaselo.

Les regale una última mirada antes de asentir.

—Les mandare mensaje diciéndoles que ocurrió. —les conteste antes de bajar del auto.

Ellas murmuraron algo que no logre escuchar, a paso dudoso me acerque a la casa del hombre que ronda por mi cabeza día y noche.

La forma en la que mi corazón late contra mi pecho es indescriptible, el nerviosismo que me invade ni se diga. Tengo que frotar las palmas de mis manos contra mis vaqueros en un intento de limpiar el sudor que comienza a formarse en ellas.

¿Qué le diré?

Cuando estoy frente a la puerta principal dudo un poco antes de tocar con los nudillos. Pasan un par de segundos antes de que me recibiera una enorme sonrisa y unos ojos azules brillantes.

— ¡Hola, Valentine! —Gemma, la hermana de Harry, me saluda. Logre charlar con ella un par de veces mientras estábamos en el hospital. Es una chica demasiado simpática.

—Hola, Gemma. —Le regalo mi mejor sonrisa antes de entrar a ese tan familiar hogar.

— ¡Valentine! —Emma me saluda desde el umbral de la cocina, tiene puesto un mandil azul pastel y su cabello está atado en una coleta alta. — Que bueno que llegas, eres nuestra única salvación.

FORBIDDEN h.s (SIN EDITAR)Where stories live. Discover now