▌║Epílogo: Carta sin receptor║▌

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Los días de Felix se acababan, sin embargo, ahora los pasaba mejor, trataban de enfocarse más en hacer últimos recuerdos alegres. A veces dolía, habían ratos donde Christa se levantaba asustada e iba a la cama de sus padres sólo para asegurarse de que su madre siguiera vivo. Temblaba y no se dormía hasta que estuviese en sus brazos. ¿Quién podía culparla? Sólo cuatro y tenía que asimilar la idea de quedar medio huérfana.

Al inicio fue costoso, Felix a veces no dejaba de ser duro consigo mismo, pero poco a poco volvía a ser él. El amor entre ambos nunca había desaparecido, y oh dios, Christopher mucho cariño que dar. Pero al menos por una vez tuvo su sueño de tener no sólo a su amado, también una familia, una preciosa hija que era la prueba viviente de su amor.

Como todo lo hermoso, tuvo que llegar a fin, unos cinco meses después. Felix aquel día había despertado más agotado de lo normal, adolorido. Lo sabía, ya llegaba su hora. Suspiró y se levantó con esfuerzo de la cama, invitó a Minho y Jisung para desayunar, después de bañarse y salir la pequeña Christa corrió a él abrazándolo, Felix contuvo un quejido y sólo le sonrió acariciando su cabeza. Besó a su novio y se sentó a desayunar con sus seres queridos. La actitud radiante de Felix sorprendía a todos pero no les molestaba.

Pidió que hablar con Jisung, necesitaba discutir algo en privado y fueron a su cuarto.

—Sungie hyung.

—¿Si, Lix?

—¿Sabes que eres como un hermano no? La verdad, siempre estuve solo. Pero contigo y Minho, me sentía en compañía. Más bueno, tú eres de mi edad, nacimos casi en la misma fecha.

Jisung sonrió y acarició su espalda—. Lo sé, y no me arrepiento de eso, tú también eres un gran hermano Lix. Con todo y los defectos o errores que cometamos.

—Cuando Minho me vio con... Chritsa y Channie, él lloró. Nunca lo vi hacer eso, y me preocupa que llegue a estar triste cuando... ya sabes, ¿lo vas a cuidar verdad?—. El pecoso tomó las manos del chico preocupado, viéndolo a sus ojos.

—Sí Lix, lo haré. Amo a Minho con mi vida. Tú estate tranquilo, él no se quedará solo.

Ambos se dieron un abrazo, y de nuevo. Poco luego llevó a Minho a la cocina por algo de jugo para platicar con este.

—Minho hyung...

—¿Mm?

—Gracias —le abrazó antes de proseguir— por traer a Channie, Christa... darme una oportunidad cuando yo no creí merecerla.

El mayor sonrió y correspondió acariciando su cabeza.

—¿Verdad que cuidarás a Jisung? Es sensible... aunque le diga que no se entristezca va llorar como magdalena cuando... yo...—. Era duro hablar de ello, Minho sólo asintió.

—Tú céntrate en pasar tiempo con Chris y Christa.

El mayor sonrió y volvieron a la sala. Luego de un rato más se fueron a casa. Christa dormía en el sofá, quisieron ver una película. Era un ambiente tan acogedor e íntimo.

—Channie... —dijo el menor acurrucándose en su novio—. Christa te va necesitar mucho, pero tú también la ocuparás. Prométeme que entre ambos se cuidarán. Quiero... quiero ya ni causar problemas, una muerte tranquila.

A Christopher se le apretó el corazón al escuchar aquello, no obstante sólo asintió y dejó un beso en la cabeza de Felix. Ya cuando era de dormir el pecoso llevó a Christa a la cama, luego de haberle leído un cuento acarició el rizado cabello de su hija.

—Mamá.

—¿Mm?

—¿Por qué estás tan feliz? —preguntó con la inocencia que sólo podía tener un niño.

—Mmm, ¿por qué no? Tengo una niña preciosa, a tu papá, a los tíos. Y no sólo yo los tengo, tú también, me alegra saber que estás rodeada de buenas personas y que pude hacer algo bueno—. Dejó un vaso de agua en la mesa para luego besar la frente de su hija y salir.

Se acostó en su cama y durmió. A la mañana siguiente Felix no despertó, ya se había despedido de todos, podía descansar con una suave y pacífica sonrisa.

•  •  •

Carta #??
Agradecimiento

No tengo palabras para decir que siento, la verdad es que no podía creer que después de causar tanto dolor pudiera ser feliz una vez más.

Jisung, quien me dio su ayuda incondicional y su apoyo, mi pilar, que me vio en mis peores momentos y me ayudó a permanecer por Christa.

Minho, severo, pero justo. Gracias, por ti es que me di una oportunidad de irme haciendo bien las cosas y no cometer el mismo error en huir.

Mi amado Chris, Channie, la palabra te amo para decir lo que siento por ti. Me hiciste feliz cada día, hasta el último, cuando me sentí sólo me diste una razón para seguir hasta que volviste.

Christa... mi mayor bendición, mi razón para que pudiera ir tan lejos, por favor. Cuida de tu papá y tus tíos, no dejes de brillar, no cometas mis errores.

Quisiera quedarme, varias veces me decía que era inútil, seguir si igual llegaría este día, y duele, duele tener que irme. No despertar con los besos de Chan, ni con las sacudidas de Christa, ya no poder escuchar a Christa venir a mi cama para dormir conmigo. Pero a la vez estoy feliz, Christa, Channie... todos están rodeados de gente que podrá darles mi amor cuando no esté.

Gracias, por todo.

•  •  •

Ya todos se habían ido del funeral, contrario a como era retratado esos días no era un día nublado, con lluvia. El sol brillaba con calidez, el viento era fresco. Christopher se dirigía a casa con Christa. La pequeña estaba callada, al llegar llegó al cuarto de sus padres, acomodándose en el sitio de su madre y abrazando la almohada que tenía el olor de este mientras pequeñas lágrimas salían.

Chris miró con dolor la escena. Se acercó a su hija y acarició su cabello.

—Bebé...

—Mamá... mamá me dijo que fuera fuerte. Pero duele mucho—. Las palabras de la pequeña eran torpes, y ya su naricita empezaba a moquear.

—Lo sé, es duro. Pero siempre los brazos de papá, para llorar, dormir, y jugar. Eres sólo una niña Christa, pero  no olvides que tienes a papá y tus tíos—. La niña, sin soltar la almohada se refugió en los brazos del rubio—. A todos nos duele, pero juntos podremos seguir y vivir como tu mamá quería. Recordándolo con alegría, con todo lo bueno que dejó. Yo también estoy triste, ¿pero sabes por qué sigo?

Christa negó.

—Tu mamá me dio el mejor regalo, uno único e invaluable, mi pequeña princesita, me dio a ti.

Los sollozos poco a poco habían cesado, la niña se aferraba a su padre, hasta que cayó dormida. Su padre sonrió, limpió su rostro y la abrazó para dormir a su lado.


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¿Les gustó el final? En verdad gracias por el apoyo. La historia hace poco llegó al 1k de leídas.


Gracias por apoyarme en esto. Y especialmente gracias a BekisyYusuke, sin su permiso esta adaptación no habría sido posible. Si les gustó mi adaptación en verdad aconsejo leer la original. Envejece bastante bien, como debía leer la historia para ver que puntos tomar habían veces que me ponía a llorar igual que hace casi dos años.

Como dije, luego de esto vienen las curiosidades.

Xx-Ghost_Phoenix-xX

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