Extra 1. Familia

6.2K 678 216
                                    

Con el transcurso de las semanas, la noticia se había ido esparciendo rápidamente como un incendio e incluso los más novatos eran conscientes de la relación que el Comisario Volkov mantenía con Horacio, incluso si la gran mayoría de novatos no conocían a Horacio debido a que su identidad estaba oculta cuando se encontraba trabajando como agente.

Volkov era con todas las letras, un hombre enamorado y cuando Horacio estaba a su alrededor, se le notaba más relajado y feliz. Sin embargo, aquellos sentimientos no le habían hecho cambiar por completo; Seguía siendo un oficial de alto rango en la policía con una línea de pensamiento muy clara y muy exigente sobre cómo se debían llevar los procedimientos policiales de una manera eficaz. Por ende, no dejaba que su nueva felicidad pudiera ser un impedimento en su labor, pero todos eran conscientes de que su humor había cambiado por mucho que la actitud que mostrase siguiese siendo fría y distante.

Sin embargo, al igual que todos notaron aquella mejoría de humor, también fueron capaces de observar como abruptamente, Volkov estaba de un humor de perros. Habían sido unos pocos días donde la gran mayoría había dejado al comisario patrullar solo y los alumnos habían decidido dirigir sus preguntas a otros superiores, pero obviamente había alguien en comisaria a quien no le importaba lidiar con un Volkov fuera de sí: El superintendente.

-¿Me vas a decir que cojones os pasa al chico y a ti?

Volkov suspiró y se presionó el puente de la nariz, frustrado. – De todas las personas existentes, usted es la última persona con la que quiero tratar este tema.

-Felicidades crack, pero me habéis involucrado tanto en vuestra relación que lo que tú quieras ahora no se aplica a la situación. – Probablemente la forma en la que Volkov había hablado, no había ayudado mucho a que le dejase en paz.

-Me he discutido con Horacio.

-Todos en comisaria nos hemos dado cuenta, gracias por la valiosa información. – Dijo Conway con un tono de claro sarcasmo.

No era un secreto para nadie que el comisario era muy cerrado para hablar sobre sus temas personales; aquella no era una excepción y saber encima que era un tema espinoso para el super no ayudaba en absoluto. – Horacio quiere tener familia a futuro y yo no quiero. Eso es. – Notó que la actitud de Conway cambió: Había reabierto una vieja herida. – Lo dicho, no quiero tocar ese tema, pero si quería saber porque estamos mal: Ya lo sabe.

La conversación finalizó en ese punto y es que no se veía discutiendo su vida personal con el superintendente, sobre todo cuando era un tema que rozaba la gran pérdida que había sido Julia en su vida. Además, lo último que quería era que ninguna persona le diera un discurso sobre lo bonito que era crear una familia con la persona que querías.

Volkov había tenido el valor suficiente como para abrir su corazón y admitir que quería a Horacio en su vida, pero todavía tenía problemas con esa situación: Había perdido cada una de las personas que habían sido importantes en su vida, así que para nada se sentía con la fortaleza de traer a un ser indefenso al mundo bajo su cuidado. Sin embargo, cuando había discutido con Horacio ese tema, simplemente no había dado su brazo a torcer y no había permitido ninguna clase de debate sobre tener familia.

¿Cómo diantres iba a decirle la verdad? Horacio era constante que él tenía pesadillas recurrentes con Ivanov, Gonetti e incluso sobre su familia, era algo que no podía evitar y eran bastantes las noches que Horacio debía arrancarle de esas imágenes que proyectaba su subconsciente y le dejaba una angustia en su pecho. Pero nunca había expresado que también soñaba con que él moría enfrente de sus ojos, que Volkov no podía hacer nada para protegerle.

Más de lo que conoces (Volkacio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora