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Suspire pesadamente como fue que termine así, después de enamorarme del tipo que fue por décadas el principal enemigo de mi familia que esperaba, aunque a pesar de todas las burradas que hizo por lo menos estuvo en mis peores días como cunado mataron a mis hermanos o cuando el idiota de Leonardo casi me violaba entre más cosas si el no fuera el y yo no fuera yo tal vez hubiera funcionado, se escucha raro  pero es la verdad soy un desastre igual que el.

Tome fuertemente aliento y cerré mis ojos con fuerza para buscar alguna salida de este lugar pero había otro problema, no iba a irme a ningún lugar sin mi hija.

Para mi no hay imposibles aunque parezca difícil saldré de aquí volado como sea pero de que salgo salgo no dejaré que Ovidio siga con sus chingaderas.

Mire detenidamente toda la mugrosa habitación en busca de una salida por más pequeña o difícil que sea salir por ahí lo haría, mire hacia arriba y vi una pequeña ventila perfecta para mi cuerpo de mujer de haber dado a luz recientemente, ahora solo faltaba ver cómo me soltaría las manos.

Jale y jale una y otra y otra vez hasta que sentí súper calientes y a doloridas mis muñecas no podía jalar más, resignada y dándole gracias a dios debajo de un estante no muy lejano había una especie de machete pero sería como darle al blanco con los ojos cerrados.

Me agache y con el pie arrime el machete después me senté completamente en el piso para con mucho trabajo tomarlo con mis manos.

Ximena: bueno si me quedo sin una mano Ovidio me dará la suya.- dije tratar de tranquilizarme y dale de una vez por todas giré el machete y gracias a dios le di en la cuerda sin tocar ni un solo milímetro de piel.

Me quite de ahí y después busque algo una escalera o algo para poder llegar hagas haya arriba, desde el lugar donde estaba amarrada no se miraba tan alto tal vez por eso me animé a casi mocharme una mano con ese machete.

En fin después de un buen rato de pensar como le haría me di  cuenta que en cualquier momento podría entrar Ovidio o alguien y arruinaría mi plan, junte muchas cosa que pudiera escalar y subí poco a poco tambaleándome no se cómo pero de milagro no se cayeron las cosas si lo hubieran echo por el ruido Ovidio o si gente abrían corrido hasta aquí en menos de un minuto.

Abrí la ventana o ventila como sea con las pocas fuerzas que me quedaban y en cuanto me pude apoyar en el marco las cosas cayeron ocasionando ese gran ruido, me salí por completos y con cuidado camine por las orillas del techo súper alto, busque el mejor lado por el cual lanzarme y vi nada mejor que un gran charco de lodo sin seguridad al rededor y otro espacio con pasto y flores pero con gente cuidando y es mejor sucia que agarrada.

Sin pensarlo salte y caí de rodillas, después de esto creo que necesitaré un transplante de piernas, sin pensar más por la voz de Ovidio cerca me puse de pie y corrí a un lugar seguro. Detrás de un árbol

Dinastía Guzman  //// TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora