Cap 17: Desde ella y para mí

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No era la voz de Sunmi pero se notaba con claridad su brazo señalándolas tras la cascada. Y más claro aún era que estaba acompañada de dos personas más.

Mina terminó de vestirse aún con la ropa totalmente mojada y ayudó a Chaeyoung a ponerse de pie. Se quedaron un momento allí, tomadas de la mano y escuchando el ruido de las hojas cuando eran pisadas.

La nipona se pasó una mano por la cara y se tomó la frente, intentando no caminar de un lado a otro:

— Esto solo empeorará tu situación –

— Minari, cálmate—

— Estabas decidida a no tomar los votos, te hubiese sacado de aquí y ahora llegan ellas— sollozó la nipona, apuntando a quienes ya estaban cada vez más cerca de ambas— Dios, Chaeyoung perdóname. No tendría que haber permitido...—

— ¡Mina, cálmate!— alzó la voz Chaeyoung, sujetando con ambas manos la muñeca de la nipona y tironeándola para que le prestara atención— Es Sunmi y Nayeon, sí. Pero está aquí con ella porque así se lo pedí— Mina la observó enseguida, con su boca entreabierta y sus ojos entrecerrados de la sorpresa. Chaeyoung se aclaró la garganta y la arrastró unos pasos hacia atrás, donde sus murmullos no podían ser escuchados— Quiero que Sunmi se entere de lo nuestro, es la única manera que tengo para salir de aquí—

— Eso quiere decir que... ¿que lo que acaba de pasar no fue real? ¿Qué solo hicimos el amor para asegurar tu salida de aquí? – preguntó Mina en un halo de tristeza que hizo a Chaeyoung estremecer. La castaña se arrojó a ella y la abrazó, besándola al instante y negando con su cabeza.

— Por supuesto que no, Minari, no vuelvas a decir eso. Pero solo hay una única posibilidad para no tomar los votos. Y es si me enamoro y no cumplo con las doctrinas de Sunmi. Pero también debe haber alguna prueba de ello. Si solo se lo digo no va a creerme, o al menos no resultará como quiero—

— Señorita Son— escucharon a metros de ellas pero Chaeyoung no se inmutó; se dedicó a mirar las expresiones de Mina y a esperar que entendiera su situación.

— El padre Alonso, en la misa, él....él dijo que si nos descarrilábamos y eso íbamos a ser expulsadas del convento. Mi padre le ocultó a Sunmi tu visita a mi casa y nuestra relación y fue por eso, para poder mantenerme aquí dentro el tiempo que él quisiese. Y tú y yo sabemos que ya no quiero esto, ya no quiero vivir bajo la sombra de sus decisiones. A él siempre le gusta tener el control de todo y ya no quiero que me controle. Dijiste que no ibas a dejarme sola en esto— insistió Chaeyoung con nervios y la nipona alzó su vista, fundiéndose en los ojos de ella y sintiendo su propio latido acelerarse— Dime algo, por favor, Minari—

— Señorita Son, le pido que ahora mismo haga acto de presencia frente a mí— allí seguía Sunmi llamándola y ella suspiró, intentando soltar a Mina pero la nipona la sujetó con más fuerzas.

Mina abandonó la roca de un salto y estiró su brazo, ayudándola a bajar y nuevamente, a la vista de las demás, entrelazaron sus manos y se miraron una vez más antes de caminar hacia ellas.

— ¿Puede alguna de ustedes explicarme quienes se creen que son para hacer semejante barbaridad?—

— Silencio, Sunmi— un brazo en el pecho de la mujer detuvo sus pasos hacia ellas. María, la madre superiora, les sonrió con tranquilidad antes de regresar a Sunmi a su lado, donde Nayeon se mantenía callada— No haremos un espectáculo aquí fuera. Chaeyoung, Mina, síganme por favor—

Chaeyoung se aferró a Mina y caminaron tras la mujer, moviendo sus labios con un suave gracias al pasar frente a Nayeon.

Atravesaron cada árbol otra vez y, cuando Chaeyoung divisó la puerta de entrada al convento, se detuvo abruptamente al descubrir a su padre, esperándolas y con la mirada llena de ira.

Fuera Del Paraíso | MichaengWhere stories live. Discover now