Dirty Diana (MJ Fanfic)

Capítulo 14: Cicatrices

Michael

No supe nada de ella en todo el día domingo, espere su llamaba la cual nunca ocurro aunque le dije que sería paciente y que respetaría su espacio, todo me seguía pareciendo extraño y trataba de adivinar lo que podría ser. Lo único claro era que no conozco tan bien a Emma, llevamos casi un mes saliendo y todo en ella me parecía un misterio, su forma de ser, de reaccionar, de querer. No había conocido a alguien que escondiera tantas cosas y no dejaba de preguntarme si eso era bueno o malo. No sabía si ella en algún punto lograría confiar completamente en mí como para contarme sus más profundos miedos y sueños.

No podía dejar de lado la idea de que yo podría llegar a ser el chico que la cambio y que descubrió en ella cosas maravillosas. Podría ser alguien que la impulsara a hacer otras cosas, que tuviera una mejor vida, que pudiera amar y ser amada, que pudiera confiar y ser respetada por todos.

Quería darle a Emma la mejor relación que jamás haya tenido, quería que en mi tuviera un amigo que la escucharía sin juzgar y que haría lo que fuera por verla sonreír.

Estaba ordenando mi cuarto cuando de casualidad encontré los papeles con sus antecedentes, los leí una última vez antes de votarlos y fue cuando me di cuenta de algo.

En su fecha de nacimiento salía el día 15 de octubre, y estábamos a 13 por lo que estaría de cumpleaños en dos días más y yo no tenía idea. Por supuesto también me extraño que no me comentara algo así, aunque supuse que su cumpleaños no era algo que la emocionara mucho como a mí, y quizás era por el hecho de que los paso sola, sin su familia o amigos. Es por ello que se me acababa de ocurrir una grandiosa idea, le haría una fiesta sorpresa.

Al día siguiente

Recibí una llamada de Emma muy temprano, se disculpo por no haber llamado ayer pues su excusa fue que había llegado muy tarde a su apartamento y prefirió no molestarme en la noche. Quise preguntar qué fue lo que la mantuvo tan ocupada el día anterior, pero preferí callar y que ella misma me diera alguna pista pero no fue así. También quise saber sobre su cumpleaños pero ella parecía no acordarse y evadió el tema, esto me hizo cuestionarme la idea que tenía, pensé que tal vez no era tan buena y que debía haber un motivo más en el fondo, pero también pensé que quizás no tenía dinero y le daba vergüenza decírmelo así que decidí seguir con mi planes, después de todo nada de malo podría salir mal por hacer una fiesta de cumpleaños.

Era martes y ya tenía casi todo listo, tenía el pastel comprado, jugos y gaseosas y una botella de vino, algunos aperitivos y por supuesto el regalo. Antes de llevar todas las cosas a su apartamento debía asegurarme de que no estuviera ahí, por lo que la llame y me dijo que se encontraba en el club donde trabaja, estaría toda la tarde hasta las 9 de la noche lo cual era más que perfecto. Había pensando también en invitar a su amiga no la conocía en persona pero Emma me había dicho que vivía en la puerta de al frente así que cuando llegue lo primero que hice fue ir hablar con ella.

Se sorprendió al verme, a veces se me olvidaba quien era y como mi presencia podía influir en las demás personas, pero aun así se mostro amable y dispuesta a ayudarme con esta sorpresa.

—Creo que esto que haces es muy dulce. —Me decía mientras me ayudaba a acomodar todo—. Emma jamás me dijo algo sobre su cumpleaños.

—A mi tampoco. —Admití—. Lo averigüe por casualidad. ¿Crees que le guste? —Pregunte nervioso—. Quizás no le gusten este tipo de celebraciones, cómo nunca se lo dijo a alguien.

—Le encantara, estoy segura. Es bueno que te preocupes así por ella.

Le sonreí agradeciendo su amabilidad. —Espero que llegue pronto.