XXIV. Arcade

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Esta vez leed la canción al final del cap, pls! ily 

El tiempo junto a Jihoon se había vuelto tan valioso que, incluso a su lado, me sentía ansiosa sobre cuándo se acabaría. A veces había escuchado eso de que, cuando todo es demasiado perfecto, es porque pronto terminaría y, jamás, sentí aquello tanto como en ese momento.

Los días pasaban igual, miradas robadas entre clase y clase entre Jihoon y yo, sonrisas tontas entre Wonwoo, quien se había mudado recientemente hacia el final de la clase, y Mingyu, mientras que Ann enviaba mensajes a un Jeonghan ocupado en la universidad. Todos habíamos entrado en una especie de rutina de la que nadie quería salir y, lo peor de todo, parecía que yo era la única que sentía que en cualquier momento se pincharía nuestra burbuja de felicidad.

―¿Ha pasado algo recientemente? ―preguntó mi amiga haciendo ruido al absorber su batido con la pajita. Ann estaba sentada en el columpio de al lado y, como no llegaba al suelo arenoso, balanceaba sus pies. Sus ojos estaban puestos en sus zapatillas manchadas de polvo y, conociéndola como la conocía, sabía que estaba intentando dejarme mi espacio para responder.

―No, nada, ¿por qué preguntas? ―Una risa aguda se escapó de mi boca con tan poco humor que incluso los niños que jugaban a hacer castillos podrían haber sentido la mentira salir de mis labios.

―Entiendo. ―respondió ella simplemente, posiblemente más para sí misma, mientras que asentía. ―No quieres decírmelo. ―Sentenció finalmente después de unos segundos. Mis ojos la observaron de par en par, debería de haber sabido que jamás la engañaría. ―No pasa nada, no hace falta que me lo digas si no quieres. Solo quiero que sepas que si necesitas a alguien...

―Jun va a venir. Pronto. ―Escupí y, por la rapidez con la que salieron mis palabras, parecía que estaba deseando que alguien me preguntase qué diablos estaba pasando para poder soltarlo.

Ann era lo que se conocía como un alma libre, demasiado despreocupada para sus propios problemas a un primer vistazo, pero con un corazón demasiado cálido como para hacer las preocupaciones ajenas como los suyos propios. Por eso, en el momento en el que escuchó el nombre extranjero su piel palideció bajo los rayos del sol que de repente se habían visto opacados por una ráfaga de viento que nos hizo tiritar en nuestros asientos.

―Pensé que tu padre había olvidado la existencia de Jun. ―murmuró ella, girando su cuerpo para poder ver mi rostro.

―Mei no permitiría que olvidase algo así.

―P-pero... Tú tienes a Jihoon ahora, Jun no puede venir y arrebatarte toda tu vida como si no tuvieses opinión sobre ella.

―Eso es porque no la tengo. ―dije con la voz rota. ―Además, no es él quien me está arrebatando todo, son nuestras familias quienes lo hicieron... No es como si él estuviese enamorado de mí o algo. ―Ann unió sus labios en una fina línea, posiblemente pensando qué decir para animarme pero, en el fondo, sabiendo que tenía razón y no había forma de ayudar.

―Entonces... ―Comenzó después de unos momentos de silencio. ―¿Qué vas a hacer ahora? ―preguntó lo más complicado porque...

―No lo sé. ―respondí con sinceridad. ―Supongo que lo mismo que ahora. Seguir la corriente y disfrutar de los últimos momentos que me queden.

―Pero eso es cruel con Jihoon, Jimin. ―dijo Ann rotundamente y, a juzgar por como sus ojos se cerraron y mordió su lengua, parecía haberlo dicho con más dureza de la que pretendía.

―Lo sé. ―Y aceptarlo en voz alta era infinitamente más duro que saberlo. Mis codos se apoyaron en mis rodillas y con las palmas de mis manos oculté mi rostro.

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⏰ Last updated: Dec 20, 2020 ⏰

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