Déjà vu | KanAoi | #AlphaAwards2020

Capítulo 3: Inicio del caos

Al despertar de su ensueño, las cosas pasaron tan rápido que apenas había tenido tiempo para procesarlo.

Kanae, su hermana Kanae, la que se suponía estaba viviendo con su esposo Sanemi, Kanae Shinazugawa la despertó amablemente y le trajo el desayuno a la cama, viéndose mucho más joven de lo que la recordaba mientras le recordaba que si no se apuraba llegaría tarde para la escuela.

Era una simple palabra la que desató el caos en su interior.

Miedo y confusión la paralizaban, trepando por su pierna hasta llegar a sus mejillas, drenándolas de todo posible color. Como si un hilo hubiese sido roto, se detuvo súbitamente la manera en que su rostro comenzaba a mostrarse preocupado y como si dicha preocupación nunca hubiese existido, una gentil sonrisa se posó en sus labios mientras le deseaba buenos días a su hermana.

Fuera de su control, su cuerpo apuraba sus acciones para llegar a tiempo mientras su mente le gritaba que todo estaba mal con esta situación

Su cuerpo se movía, vistiéndose y sonriéndole a su hermana, deseándole unos buenos días mientras apuraba sus acciones para llegar a tiempo. Su mente, en cambio, le gritaba que todo estaba mal, que no había manera en que esto estuviera pasando aunque ni siquiera sabía que era lo que estaba pasando en primer lugar.

El griterío en su cabeza detuvo su rabieta desesperada en el momento en que se vio en el espejo.

Dentro de este, su reflejo claramente más joven arreglaba su corbata con tranquilidad.

A sus precisos ojos se les hizo sumamente fácil el percibir la perturbadora naturalidad con la que se asimilaba a sí misma, esa esencia que los sueños son incapaces de lograr al pensar en uno mismo, el percance súbito de que efectivamente era ella la que estaba dentro del reflejo, terminando de arreglar su corbata y asegurándole que lo que sea que estaba viviendo era la realidad.

Con la mente un poco más calmada y mucho más confusa, su cuerpo salió de su cuarto y de su antigua casa. Se veía exactamente como lo recordaba. ¿O acaso todo siempre había estado así?

Todo se sentía familiar, desde su confusión hasta su extraña adaptabilidad a una situación digna de fantasía.

Kanao estaba completamente segura de que esta era la primera vez que experimentaba algo como esto, si una situación tan irreal le hubiese pasado antes le gustaría pensar que se hubiera acordado o al menos retenido algo de aquella experiencia físicamente.

Mientras los engranajes en la mente de Tsuyuri giraban a mil por hora, sus pies se movían a paso ligero mientras su boca se abría para pronunciar el nombre de la última persona que deseaba ver.