(Tercera y Ultima Temporada de la trilogia "El Ultimo Suspiro")
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Descubrir la verdad, no siempre resulta facil.
"Mi dedo empieza a apretar el gatillo, en un segundo, habrá un sonido, sangre y luego nada."
Dylan, Leal e inocente, que solo quiere...
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Dylan
No No tenía que ser así Simplemente no
Todo esto que estoy viviendo no puede ser real.
Solo No quise nada de esto Yo no quería nada de esto
Tengo más de 20 años A mi edad lo único que debería de preocuparme son cosas sobre la universidad, mi vida amorosa entre muchas otras cosas.
No el conflicto de poder entre bandos.
Si solo pudiera deshacer cosas de mi vida...
Pero ahora estoy aquí Sentado en esta cafetería Justo en este lugar, en dónde un día, sentí correr el calor de un café sobre mi cabeza.
Mis manos colocados sobre la mesa en puños, rodeaban mi vaso con café en su interior.
Llevaba un rato solo mirando salir el vapor de su abertura, mientras solo sentía el sudor cayendo por mi frente y el latir de mi corazón palpitando rápidamente en mi pecho.
Cualquiera que me viera de sea manera podría jurar que había consumido algún tipo de droga.
Comencé a mirar a todas las direcciones. Creía observar como la gente podía verme mientras todo comenzaba a dar vuelta.
Pero una voz y una mano tocando mi hombro logra sacarme de mi trance.
-Hey-.
Al pestañear unas cuantas veces, me enfoco en aquella figura que se había sentado en el otro lado de la mesa. Su cabello rubio y sus lentes que ahora no eran de accesorio, me provocan sonreírle levemente.
-Stefany...-.
Pero sus ojos bajaron levemente preocupada.
-Oh Dylan, está sangrando tu labio- dijo mientras rápidamente sacaba una servilleta, se estiró un poco me dió pequeños toques en mi labio con el.
Tome la servilleta y observé la pequeña mancha roja en el.
-Lo siento, no sentí en qué momento me mordí...-.
Con ambas manos, Stefany me tomo de mi mano en puño aún en la mesa, y me miro fijamente con una tranquilidad pero preocupante.
-¿Cómo estás?-. Una pequeña curvatura apareció en sus labios, mientras frotaba con su palma en el dorso de mi mano.
-No se realmente lo que debo hacer...- Suspiré - son muchas cosas para alguien como yo...no puedo seguir con esto, no puedo fingir ser alguien que no soy, no puedo hacer como que las cosas están bien, no puedo...-.
Con una mano sosteniendo la mía, y con la otra logrando alcanza mis rostro, me mira con tranquilidad, que me dispongo a contarle los últimos acontecimientos y lo que estaba dispuesto a hacer.
