56. "we are good."

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Eddie tenía un cigarro entre sus dedos, su vista clavada en la ceniza cada vez más cerca de caer al suelo y su pie golpeando la acera una y otra vez, nervioso.

Encendió su teléfono y entró a instagram, mandándole un mensaje a Richie, "estoy ya, dónde estás?". Apagó el dispositivo y volvió a guardarlo en su bolsillo trasero.
Éste vibró nada más alejar su mano, así que acercó su mano otra vez para sacarlo sin dejar de mirar al frente. Vio una mata de pelo rizado entrar al parque y no le hizo falta mirar el mensaje para saber que era él el que le había contestado.

—Hola. —Murmuró el más alto, con sus manos metidas en los bolsillo del ancho pantalón de chándal que llevaba.

— ¿Para qué querías quedar? —Dijo Eddie, separándose de la pared donde tenía su espalda apoyada. —No entiendo nada. Llevas dos semanas ignorándome a mí y a todos.

—Para mí la honestidad es importante. —Dijo, alzando la cabeza dejando de mirar al suelo para hacer contacto visual con el chico.

Eddie suspiró y volvió a preguntar; — ¿Para qué querías quedar?

—Para pedir perdón. —Susurró, casi inaudible.

El más bajo respiro hondo y mordió su labio, impaciente. Le miró a los ojos, indicándole que siguiera hablando.

—Por ser un imbécil. —Continuó, sonriendo leve, un poco falso. —Por tomarme las cosas demasiado a pecho. Entiendo que no me mentísteis con mala intención.

Eddie abrió sus ojos de par en par.

— ¿Y ya está? —Dijo entonces, haciendo que Tozier alzara una ceja. —Quiero decir, llevas dos semanas enfadado y ahora de repente se te pasa.

—Sí. Simplemente necesitaba pensar un poco.

—Yo también lo siento, Rich. No debería ser tan duro contigo, ni debería haberte mentido.

Richie asintió, sentándose en el banco que había a su lado. El menor se sentó a su lado, sacó su paquete de tabaco pero Rich le paró la mano, éste usando la otra para meter la mano en su bolsillo y sacar un mechero y un porro algo arrugado por estar en el bolsillo.

—Mejor, sí. —Dijo Kaspbrak, riéndose flojito. Se calló y miro a Richie a los ojos, serio. —Oye, um, ¿estás seguro de que estamos bien?

Richie asintió con la cabeza mientras encendía el porro en su boca, dio una calada y lo separó de sus labios.

—Sí, Eddie, estamos bien. —Soltó el humo. —Sé que no soy la persona más estable del mundo, probablemente la que menos, pero ahora estamos bien.

Eddie mantuvo silencio, cuestionándose cuál sería el próximo problema, él no quería vivir con miedo de decir algo y que Richie se enfadara. Pero ahora mismo le daba igual, si estaban bien él también estaría bien.

—Toma. —Dijo Richie, pasándole el porro, Eddie lo tomó entre sus dedos y antes de que se lo pusiera en los labios, paró y se movió, acercándose más al chico.

Dio una calada y soltó el humo, sintiendo la erizada piel desnuda del rizado, haciéndole sentir una corriente eléctrica que puso sus pelos de punta. Richie se percató de esto, poniendo su mano en la pierna de Eddie, justo debajo de donde terminaba su falda. El castaño le miró, soltando un suspiro entrecortado, dio la calada y le pasó el porro.

Eddie se levantó, mirando la hora en su móvil. —Creo que me voy a ir yendo.

— ¿Por qué? —Richie se levantó también, quedando en frente suya, Eddie alzó la cabeza mirándole a los ojos y sintió como sus piernas de debilitaban.

—Ya es tarde, tengo que hacerme de cenar. —Eddie miró hacia el suelo moviendo los pies nervioso. Murmulló; —Si quieres puedes venir.

Richie asintió, tomando a Eddie de la mano, poniéndole aún más nervioso.

Le daba igual, a los dos, les daba igual qué problema podría venir después. Querían estar bien y ahora estaban bien, querían recuperar el tiempo que habían perdido. Así que, ¿por qué no?

ボクい 𝘴𝘩𝘦.Where stories live. Discover now