♤ V ◇

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Habían pasado un par de días desde que Auron y Borja recibieron la noticia de que el omega estaba embarazado y que serían padres en unos meses más.

Mónica estaba feliz de que su amigo fuera a darle un "sobrino" como esta le llamaba al futuro hijo que ambos chicos tendrían, pero también le complicaba la situación por la que estaba pasando Raúl.

El omega no estaba para nada feliz con la noticia, es más, se veía bastante reticente ante la situación de ser padre prontamente.

Había una razón en concreto que le hacía sentirse de esa manera.

El esperaba que cuando fuera padre, al menos estaría cerca de los suyos para que estos le guiaran en todo lo que conllevaba traer una vida al mundo.

¿Y si no era lo suficientemente bueno en ello?
¿Sería buen padre para un cachorro?

Raúl sentía que no sabía nada sobre ser padre, en como cuidar a un recién nacido, de que cosas necesitaba o de absolutamente nada en relación al tema y eso le causaba mucho temor.

El hacer las cosas mal.

Borja por su parte estaba más que emocionado con la noticia, tanto lo estaba hasta el punto de haber comprado ya un par de cosas para el bebe cuando ni siquiera tenían las cosas más básicas aún.

No tenían alguna cuna, o un canasto como lo tenía Rubén cuando se encargaba de Rose para que tuviera un lugar seguro en el que poner a la o el pequeño y que este no terminara lastimándose por una caída o algo parecido.

Pero a Raúl si le conmovía mucho el entusiasmo de Borja con respecto a su futuro hijo.

El día anterior había llegado con un par de calcetines pequeños para el cachorro que tendrían, se veía tan emocionado que el omega buscaba contagiarse de aquella emoción también, pero no podía, había algo que se lo impedía.

Era un mal presentimiento.

Algo estaba ocurriendo y no estaba seguro de lo que sucedía, pero debía averiguar de que trataba lo antes posible.

Era temprano en la mañana y Borja estaba a punto de irse a su trabajo, al parecer tenían muchas cosas que hacer y eso le tomaría casi todo el día. 

- ¿Luzu? - preguntó el omega mientras se acercaba a su pareja. 

El chico de cabello castaño se volteó para observarlo unos momentos con una sonrisa en sus labios. 

¿Que pasa Raúl? – preguntó el alfa.

Hoy iré a visitar a Ruben, volveré antes del anochecer

Hacía ya un tiempo en el que se habían conocido ambos omegas, cuando se vieron aquella vez en qué pasaron por Hilla antes de llegar al pequeño poblado dónde estaban ahora.

Cuando sus alfas los presentaron no dudaron en comenzar a hablar, y se llevaron realmente bien, tanto que se enviaban cartas a menudo y Raúl iba a visitar a Rubén para ver a la pequeña Rose.

Amaba a esa pequeña, y no estaba seguro de que era exactamente lo que amaba de ella, pero le encantaba, y en el fondo de su corazón, le hacía ilusión que su cachorro y Rose se convirtieran en buenos amigos en un futuro.

Hilla solo quedaba a una hora caminando desde su pueblo, por lo que no le tomaba mucho el visitar al que se había convertido en su amigo.

Está bien, mándales saludos a Rubén y a Samuel de mi parte y no les cuentes aún, quiero estar ahí para cuando sepan – Dijo Borja para luego despedirse con un beso en los labios y salir de la casa.

Raúl suspiró luego de que el alfa saliera por aquella puerta.

El estaba tan emocionado cona noticia de que serían padres.
¿Porque a él no podía hacerle la misma ilusión?

Sacudió su cabeza en busca de despejar sus ideas y finalmente salió de la casa para emprender el camino hasta Hilla.

Había un sendero que conectaba ambos pueblos, y por lo general estaba siempre desierto, por lo que Raúl se tomaba su tiempo caminando.
Le gustaba apreciar la naturaleza que cubría ambas villas, lo hacía sentir en paz y relajado siempre que pasaba por aquel lugar.

Se demoró más de lo esperado en llegar al pueblo vecino, pero sin duda se sentía mucho más relajado que días anteriores.

El pueblo de Hilla era muy similar a Renan, pero era un poco más grande y tenía muchas más cosas que dónde el vivía, por lo que siempre aprovechaba sus visitas para llevar algo a casa.

Sobre todo esos bollos de la panadería, eran exquisitos y a Borja le gustaban mucho.

Se detuvo un poco antes de llegar a la casa de Rubén ya que la escena le dejó sonriendo como no lo había hecho en días.

Ahí estaba Rose riendo mientras se encontraba en brazos de Danna y Rubén las observaba a ambas.

Danna era la madrina de la pequeña Rose y por lo que Rubén le había contado, la chica beta les había ayudado con el parto de la bebé ya que era la curandera del pueblo y la única amiga que tenía en Hilla.

La única que sabía su secreto dentro del pueblo.

La chica beta amaba a esa pequeña hibrido con todo su corazón, así lo había demostrado desde el comienzo hasta el día de hoy.

Por eso Rubén la había escogido como la madrina de la pequeña, y sabía que su hermano sería el padrino en cuanto la conociera.

Vaya, veo que lo están pasando muy bien – dijo Raúl acercándose a ambos.

Rubén en cuanto vió al Omega acercarse, fue hasta el para darle un abrazo.

Raúl, ¿Que haces aquí? – preguntó el chico de cabello platinado mientras le sonreía –  ¿Cómo estás? ¿Las cosas van bien? –

Algo así – rió Raúl un tanto incómodo.

Quería contarle sus preocupaciones, decirle todo lo que se había guardado y explicarle sobre su mal presentimiento, pero tampoco quería preocuparlo.

¿Has desayunado?, Compré esos bollos que te gustan de la panadería, justo veníamos de ahí – dijo Rubén mientras mostraba la bolsa que Danna cargaba.

No he desayunado, me encantaría hacerlo con ustedes – aceptó Raúl mientras era arrastrado por Rubén hasta donde se encontraban Rose y Danna.

La chica beta saludó al Omega de cabello negro y luego la pequeña Rose se lanzó a sus brazos para alcanzarlo.

Al parecer quería estar cerca de él.

Yo también te extrañé cariño – le dijo Raúl a la pequeña Rose mientras la tomaba en sus brazos.

Los cuatro entraron a la casa en la cual vivían Samuel y Rubén entre risas y conversaciones tribales.

Creo que alguien se ha ensuciado – dijo Danna tapándose la nariz.

Los tres adultos rieron por aquel anuncio que había delatado a la bebé.

Rubén iba a llevarse a Rose, pero Danna le detuvo, al parecer esos dos omegas tenían mucho de que hablar.

Y no se equivocaba.

Una vez Danna dejó el salón, Raúl no pudo más y tuvo que preguntar.

¿Has sabido algo de Karmaland?

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👑KINGDOM👑 / Rubegetta Y Luzuplay AU //Where stories live. Discover now