Capítulo 4.

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Capítulo 4.

-¿Qué? Debes estar bromeando.-y reí. Limpié mi boca con la servilleta que tenía cerca mientras reía acerca de la anécdota que Aiden me había contado sobre su primer trabajo. Llegamos a hablar sobre ese tema porque me había dicho que Ethan ya no trabaja aquí y ahora, en su lugar, estaría él. Me pareció extraño pero no quise preguntar. Primero Johanna y ahora Ethan. Al menos tendría nuevos compañeros de trabajo. Y yo, entonces, le había dicho que este sería mi primer trabajo.

-Hablo en serio-dijo riendo conmigo. (Y vaya, ¡qué sonrisa!)

-Me impresionas. –dije asintiendo mientras reía. Aiden Dixon. Hace un rato lo veía como “oh-por-Dios” pero ahora estaba sentada con él, hablando y tomando un café tranquilamente. Él es todo lo contrario a lo que aparenta. Él tenía una clase de gestos que lo hacían parecer una persona egoísta la mayor parte del tiempo y un poco presumido. Pero era todo lo contrario. Aún así debía admitir que tenía una personalidad de chico malo y una sonrisa que prometía problemas. Sin embargo, me estaba llevando bien con él. Según lo que me dijo antes vivía en Inglaterra pero se había mudado aquí. No habló nada sobre sus padres, pero estaba bien. Tal vez luego me hablaría de ellos. También  me dijo que para el próximo año escolar estaría en el último curso de secundaria, así que supuse que me llevaba un año.

-¿Sabes?-reí por un momento por lo que estaba a punto de decirle.-Es raro que yo esté aquí sentada hablando contigo, hablando y conociéndonos.

-¿Aja?-sonrió.

-Aja.-asentí.

-¿Y eso por qué?

-No soy una persona muy sociable que digamos.

Y eso era verdad. En el colegio no era “popular” por así decirlo. Tenía amigos claro está, pero con quien más hablaba era con Lana. Ella, en cambio, era amiga de todo el mundo. Mi mejor amiga conocía a casi todos los adolescentes del pequeño pueblo en donde vivíamos.

-Pues me acabas de demostrarme todo lo contrario, Allison.

Yo solo sonreí.

-¿Y en donde vives, Allison?-se inclinó sobre la mesa entrelazando sus manos sobre ella.

-Yo…-antes de pudiera seguir hablando, alguien más me interrumpió.

-¿Qué tal, chicos? Ya veo que se están conociendo, ¿no?-dijo con una extraña sonrisa. Era Ellen. Aiden se incorporó en la silla y la miro. Yo le sonreí.

-Pues sí, Aiden ya me dijo lo de Ethan.

-Oh, Ethan, sí. Estamos mejor sin él, ¿no?-me preguntó pero sin dejar de mirar a Aiden. Luego me miró y sonrió.-Supongo que viniste hoy por lo de tu uniforme.

-Así es.-sonreí. Me tendió una de esas bolsas de reciclaje que tenía el logo del restaurante. Supuse que ahí estaría mi uniforme.

-Gracias Ellen.-sonreí.

-No hay de que.-sonrió. Mire a Aiden, luego a Ellen y les sonreí.

-Nos vemos el lunes, ya debo irme.-me paré de mi asiento  y nos despedimos.

Salí del local y volteé hacia ellos. Vi que Ellen se había sentado en mi lugar anterior y le decía algo a Aiden, como de una manera cautelosa. Fruncí el ceño y continúe caminando.

Cuando llegué a casa me encontré con la sorpresa de que mi padre había llegado y mi madre estaba en casa también. Sonreí y lo abracé. Nos pasamos la tarde en familia y mi madre cocinó algo para que almorzáramos. Les informe sobre mi nuevo trabajo y a ellos les pareció bien. Confirmé con mi madre el horario para que me llevara y buscara. Ella protestó diciéndome que podría ir a pie. Luego mi padre dijo en mi defensa que estas calles son peligrosas. Mi madre solo río y aceptó llevarme. Sonreí victoriosa.

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⏰ Última actualización: Jan 17, 2015 ⏰

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