Capítulo 9

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No podía dormir, el frío de la noche le calaba los huesos, haciendo inevitable un leve temblor en su cuerpo a causa de ello, aun así, debido a sus nervios, se hallaba sudando. Su persona se se encontraba sobre aquella cama en medio de la habitación, pero su mente viajaba hacia la escena vivida yacía dos semanas. Dos semanas habían pasado desde el incidente con Yuqi y Lucas, dos semanas de tormento en donde nada podía perturbarla más que eso, ni siquiera la mirada pesada de la señorita Soojin era suficiente para sacarla del temor de ser descubierta. Llevaba los últimos días pensando en cómo había ocurrido todo, no podía solamente obviarlo, su mente tortuosa no se lo permitía, tal vez con el tiempo lograría superarlo. Por ahora, estaba sumergida entre la oscuridad del miedo y sus pensamientos. Se sentía mal, ella no quiso que las cosas pasaran de aquella forma, nadie lo hubiera deseado, pero ya no había vuelta atrás.

Dos toques en su puerta la hicieron sobresaltar un poco, de nuevo, ya no era novedad, sabía de quien se trataba; o bueno, no en concreto. Era la misma persona de las notas. Luego de lo sucedido en las caballerizas, las notas habían parado de llegarle, lo cual no duró mucho. Empezaron a llegar de nuevo durante el comienzo de la semana pasada, volviendo a la rutina de la duda sobre de quién se trataba y el significado de sus palabras.

No quería, no se quería levantar, no quería seguir teniendo temor, pero su curiosidad no comprende de razones. Se levantó lentamente, sintiendo todo su cuerpo doler, el dolor emocional había afectado también a su físico, y su cabeza dolía como el infierno, quiso obviar ese hecho y caminó hacia la puerta, descalza. El frío del suelo entraba por sus pies, haciendo que su cuerpo helado temblara aun más.
Tomó con cuidado el pomo de la puerta, temerosa de que su abrir hiciera estruendo por el pasillo. Con cuidado asomó su cabeza por la abertura reducida y, a sus pies, como siempre, estaba aquella nota. La tomó sin abrir más la puerta, sacando nada más que su mano, si esa persona estaba ahí, no quería que la viera y ella no quería verla, no aun, no podía caer ante su curiosidad de nuevo, su mente ya estaba hecha un desastre y saber de quién se trataba muy seguro la disgustaría de una muy mala manera; suspiró. Se dispuso a abrir lentamente aquella nota, sus manos temblaban por el frío y los nervios, impidiéndole hacer la tarea de desdoblar el papel.

-"El temor del pensamiento no debe consumir la calma del alma"-

Su ceño levemente fruncido hacia notar el hecho de estar confundida. ¿Qué podría significar aquello?, últimamente así pasaba, las notas dejaron de ser "Tu cabello suelto es tan hermoso y oscuro como la noche estrellada" a "El fin, en ocasiones, justifica los medios". ¿Qué sabía aquella persona?, ¿Cómo podría escribirle esas cosas sin causa aparente?. Esa era su pista y duda, se trataba de alguien que estaba allí, cerca, muy cerca de ella, porque entonces si no, ¿Cómo podría explicar el hecho de que estuviera al tanto de sus emociones?. Era la única explicación que cruzaba su mente. El problema eran las tan pocas personas que habitaban esa enorme casa, personas en las cuales no podía hallar un culpable, o tal vez si. Tenía opciones, pero sólo uno de ellos llenaba sus sospechas sobre todos, el Conde.

Desde aquel día el Conde la veía de forma extraña, no podía descifrar que mensaje transmitía su mirada, pero sabía que no era algo bueno, pesaba tanto como la de su hija, sólo que la de él lograba incomodarla más de lo que le gustaría admitir y no le gustaba. Él era su mayor sospechoso, pero si fuera así, entonces, ¿Sabe lo ocurrido con Lucas?, era la pregunta que hacía que no pudiera dudar totalmente de él. Si sabía lo de Lucas. ¿Por qué no la ha echado?, o peor aun. ¿Young Hee se lo dijo?, Young Hee, la consideraba de confianza y la única persona; aparte de ella y Yuqi, que sabían lo ocurrido con Lucas.

FlashBack

Su desesperación era palpable, Yuqi se encontraba sobre ella rompiendo en llanto, sus lagrimas de dolor lograban partirle el corazón y sus propias lágrimas no se hicieron esperar, había presenciado como casi violaban a una chica inocente y ahora, tal vez, había matado a alguien.

𝕷𝖆 𝕴𝖓𝖘𝖙𝖎𝖙𝖚𝖙𝖗𝖎𝖟 (𝑺𝒐𝒐𝒔𝒉𝒖 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora