CADA QUIEN CON SU PAPEL

Parte 17. En la noche

Narra Bill

Dipper caminaba de un lado a otro en su habitación, tenía la preocupación de que jamás pudiera librarse de la presión que le estaba haciendo su hermana y tío.
Se sentía como si estuviera en una caja cuyos espacios se iban cerrando.

-Quizás lo mejor ahora es que pienses en otro cosa osito, ¿qué tal ir a la biblioteca a leer?

Dije tomando sus hombros para guiarlo a la biblioteca, en su inquieto mover lo lleve al estante donde esperaba el libro que puse accidentalmente ahí, lo viera.

Dipper pareció relajarse mientras elegía libros al azar, algo irritado de que no eligiera el mío, hice que este brillara.

-¿Pero qué demonios? ¿Por qué brilla?- preguntó y su curiosidad lo llevó a sujetar el libro mientras hacía caer los otros. En sus ojos se veía que el libro lo había cautivado y sin despegar la vista de este, fue caminando torpemente hasta una silla donde comenzó a ojear el libro.

-Es increíble...

Susurró al continuar su lectura.

-Si, ya sé que soy increíble, nací así.- dije orgulloso, sabía que no hablaba de mi pero jamás desaprovecho la oportunidad de molestar a dipper con mis palabras.

-No estoy hablando de ti, hablo del libro.- dijo algo molesto frunciendo el ceño.

-Pero no está de más admitir que soy apuesto e increíble.

-A veces me pregunto cómo es que tu ego es tan grande, quizás se deba a tu cabeza hueca,  gracias a eso entra mucho de tu ego.

-Ja ja, que gracioso osito.- dije cruzando mis brazos.

-Pero ya enserio, el libro es increíble, tiene datos del poder de la luna pero algo me dice que este es un libro prohibido.

-¿Prohibido? ¿Y qué haría en un estante común.- dije "sorprendido" llevando una mano a mi pecho.

-No lo sé, pero hasta lo que he llegado a entender, creo que esto habla de un poder oscuro que puede ser liberado si la luna toma un puesto frente a el sol en un día que no esté planeado el eclipse.

A decir verdad, hacer un eclipse cuando no está programado, es "diabólico y prohibido" por esa misma razón.

-Imagina lo que podrías hacer si tuvieras ese poder, quizás podrías derrocar a tu hermana y ser el rey.

Traté de decirlo con sutileza pero lo suficiente como para dejar la idea en la cabeza de dipper.

-Bill, no nací ayer, es obvio que tu pusiste ese libro ahí.

Demonios, ¿desde cuándo es tan listo?

-Si, ¡está bien! Lo admito, yo lo puse ahí para que lo vieras y te dieras cuenta de que no eres el chico débil que piensas que eres. Que tienes fuerza y la suficiente como para pelear con tu hermana ¡Y ganar!

Dipper se quedó unos minutos callado, me miró y luego al libro.

-Quizás si intento un hechizo del libro esta noche, pueda comprobar si lo que dices es cierto.

-Todo lo que digo es cierto, además ¿qué tienes que perder? Si tienes miedo, yo te ayudaré.

-No tengo miedo pero gracias.- dijo dándome un beso. Él. Dipper. ¡Mi osito me dio un beso por su propia iniciativa!
Pase mi mano a su cadera y otra a su cabeza y devolví el beso pero de forma intensa.
Dipper jadeo y nos separamos.

-Algo me dice que vamos a pasar una buena noche.

-Ya lo veremos.

Continuará