Capítulo 09: ¡No!

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Capítulo dedicado a: plenussole, por seguir esta historia

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Capítulo dedicado a: plenussole, por seguir esta historia. ¡Muchas gracias!

¡No podía ser! ¿Kaido hablaba en serio? Debería de estar loco

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¡No podía ser! ¿Kaido hablaba en serio? Debería de estar loco. Saiki dio un bufido pesado, a duras penas logrando procesar a lo que se refería el más bajo del grupo. ¿Quién? ¿Quién en su sano juicio iría a pedirle a un desconocido que se uniera a un escuadrón que realmente no existía? La respuesta a todo era: Kaido Shun.

—Dije que lo quiero como mi recluta —difuso el menor, dando una media sonrisa, tratando de parecer serio al momento de hablar, pero simplemente no le salió. La alegría se le estaba escapando de todos sus costados, Kusuo lo observó en silencio y Nendo soltó un ruido raro que demostraba que ya lo había entendido.

—¡Oh, ya entiendo, pequeño amigo! —exclamó el más alto, haciendo que el mencionado lo mirara con molestia, por el apodo con el que se había referido hacia él. Saiki no estuvo de acuerdo.

—¡No me llames: «pequeño amigo»! ¡Soy tu jefe y todo este vecindario es mi terri-...! —gritó con exaltación exagerada, pero no pudiendo aguantar mucho cuando Nendo lo sonrió y lo hizo detenerse en seco.

—¡Sólo digo que es una buena idea! —dijo sin rodeos, logrando sacar un pequeño rubor en Kaido y la sorpresa contenida en sus pupilas carmines: quizás lo había juzgado mal.

—N-nendo —susurró, conmovido. Estaba más que feliz de que su recluta número dos apoyara su idea con tanta pasión. Saiki rodó sus ojos en señal de ya querer irse a casa, y miró de reojo al chico de cabellos violetas que ya se estaba acercando a una de las esquinas de la calle en dirección contraria adonde ellos se dirigían—. Digo... ¡sabía que eras de fiar, aunque todavía no eres del todo de confianza! —alertó a sus sentidos, volviendo a hacer una pose rara abriendo sus pies un poco más de la cuenta (¡es muy flexible, aunque no lo parezca!), y estiró sus brazos en señal de vuelo. Kusuo tapó con una de sus manos su rostro y miró a otro lado, fingiendo no conocerlo cuando la gente que pasaba por ahí se les quedaba viendo.

Síndrome Del Octavo Grado [Saiki x Kaido] | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora