37 'Te pertenezco'

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Nota de la autora: Vengo a advertir, no es como que les vaya a quitar la infancia o la inocencia, porque francamente soy la peor persona para narrar una escena de sexo y ustedes lo saben, apesto, no puedo hacer una escena de un sexo salvaje, como dice Amelia, por otro lado, mis escenas son algo románticas, y no duran más que unos párrafos, a menos que me inspire y no lo sé, porque estoy escribiendo esto y postergando lo siguiente, pero trato de que esto sea una aviso, aunque estoy haciendo esta escena, por y para ustedes, si no me lo hubieran pedido la hubiera dejado en veremos, pero no, me esforzare, no quiero que lean algo que no deban, que les moleste o algo así, como puede significar leer una escena de sexo, aunque sea de esta clase, romántica, bien sin más que decir, comencemos con esto… será uno de los capítulos que mas trabajo me cueste.

El auto aparca, sonrió al notar que Niall está cargándome, se despide de los chicos en la entrada, yo solo cierro los ojos, y disfruto de la sensación que me trasmite su contacto, siento sus fuertes brazos rodear mis piernas y mi cintura, su corazón, como ya lo he dicho antes, me da tranquilidad, sus latidos son la armonía, más hermosa, que jamás he escuchado y que jamás escuchare.

Niall entra, cierra la puerta detrás de nosotros, me lleva a la segunda planta, abro los ojos en tanto el me deja en la cama.

-Gracias –digo sonriéndole –ha sido maravilloso.

-Tú mereces esto y mucho más –murmura, me mira desde el borde de la cama, es tan alto.

-Discúlpame por ser tan olvidadiza –él asiente. Y me sonríe, muerdo mis labios y bajo la mirada.

-No hay problema.

-Claro que lo hay, pude haberte dado un regalo.

-Siempre me das regalos –puntualiza –estaba de más otro, para mi es más emocionante darte algo a ti, es lo que un caballero hace.

-¿Seguro? –el asiente –Que mal, estaba pensando en darte un regalo –me ruborizo ante mi idea, los pensamientos de palabras provocativas me nublan, francamente ninguno parece ser lo suficientemente directo. Su ceño se frunce, ¿abra descubierto mis intenciones?, me ruborizo aun más.

-¿Podría saber qué es? –yo niego.

-Está de más –imito sus palabras, me siento y puedo conectar mi mirada con la suya.

-Podría recibir uno más, no tengo problema con eso –ríe. Se sienta a mi lado.

-Bien, si es así…

No completo mis palabras, solo capturo sus labios, lo beso con pasión, él corresponde a mi beso, con la misma intensidad, posa sus manos en mi cadera y yo rodeo su cuello.

-¿Estás segura? –dice, su voz se escucha opaca, quizá el deseo se ha apoderado de él, solo espero que este logrando mi cometido, y ahora él este deseándome.

-Lo estoy –digo con firmeza, realmente deseo que sea él, solo él puede ser el primero, el primero y el ultimo, me uno de nuevo a sus labios, mientras que mi mente pronuncia estas palabras, una alerta se dispersa por mis pensamientos, el será el primero, ¿pero acaso yo también sería su primera vez? Vamos Elizabeth me reprende mi conciencia, no es momento para pensar en eso, continua, Y de ser momento, debes saber que él es un dios, heredero de un trono, por supuesto que ha tenido a otras mujeres, debe tener una fila de mujeres que darían lo que fuera, por una oportunidad con nuestro adonis.

¿Cuántas habrán sido?, ¿tendrá mucha experiencia?, ¿disfrutara igual conmigo que con ellas?, Espera, ¿dolerá?, estas dudas llenan mi mente, no controlo mis acciones y sin notarlo he detenido el beso.

El hijo de Thor #1|N. Horan| En edición.Where stories live. Discover now