Descendientes: Un viaje hacia el mañana...

Descendientes - Una discusión

—MI CAMINO XXIX—

— ¿qué dijiste? —

— Tristan estuvo allí conmigo —pronuncié casi sin poder creerlo.

Pero el genio río— sí, espera ¿el príncipe Tristán? —

Entrecerré mis ojos— ¿que otro Tristán podría conocer? —cuestione con una ceja alzada.

El genio solo río nuevamente nervioso— pues hay muchos en el mundo —lo mire con seriedad— claro que hablamos del mismo Tristán ¿como? ¿Cómo conoces al príncipe Tristán? —

— En Auradon —

— Ah, bueno, seguro solo son lazos de amistad —sugirió tras de mí.

Era cierto, estaba comprometido con la princesa Alia, no podía decirle a él genio de pronto que me gustaba Tristán... esperen ¿de verdad me gustaba Tristán?

Me gustaba Tristán.

— el príncipe Tristán es de tener muchos amigos y AMIGAS —aclaró tras de mí el genio, como si fuese una vocecita en mi cabeza.

No podía decir que me gustaba, aunque me gustaba— sí, entiendo lo que dices Genio —masculle.

— entonces amiga del príncipe Tristán —

— sí, estaba conmigo y también con Ryan —

— oh el otro chico, bueno, creo que explicaría el por qué se detuvo la magia, allí está tu respuesta, el amor por tus amigos te hizo recapacitar —más bien el amor por Tristán— pero fue tanta que no pudiste recuperar tus energías, es entendible —

— sí —Sólo me limité a decir.

— allí lo tienes, solo faltaría tu fuerza de voluntad —

Créame que aunque el Genio me estuviera hablando y comentando todo eso, me era imposible no pensar ahora en Tristán, pero se alguna forma me emocionas saber que sentía algo por él, aunque por otra parte me destruía la idea de saber que no sería mío y que era el prometido de Alía.

— no creo tener tal cosa en este instante, Genio —

— pues yo creo que tienes mucha —

Esa no era exactamente la voz del Genio, mi piel se erizó de inmediato, porque la voz de él atravesó mi oído y llegó a mi corazón retumbando cual tambor, ¿que hacía aquí? ¿No debía estar con Alía?

— Príncipe Tristan —Solo vi como el Genio se acercaba a Tristán y este le seguía con la mirada para recibirlo con un abrazo— cuanto tiempo muchacho —

— Genio, me alegra verte después de años —

— ¿Sabes? Aunque haya pasado mucho tiempo, bueno dos años para ser exactos —en el acto ambos rieron— sigues como buen mozo por eso Alía no te ha olvidado eh —