Donde Lyanna aceptará la ayuda de Merlin, un mago poderoso, para encontrar al Rey White, aunque tal vez sea ella quien lo ayude a él.
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━━━PRÓLOGO━━━
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Lejos de la Isla de los Cuentos de Hadas, cruzando el bosque y el río, entre dos montañas yacía un valle lleno de flora y fauna diversas, donde los animales bajaban a tomar agua o a descansar en las faldas de las montañas vecinas. Y desde hace tiempo, en ese mismo valle recidía una pequeña comunidad, podría incluso llamarse un pueblo aunque eran pocas las personas que vivían ahí.
Se hacían llamar, habitantes de Crucz, en honor a su líder Rose Crocus, quién los liberó de la esclavitud en la que vivían a manos de un emperador y es que antes ellos vivían aún más lejos bajo la soberanía de Caligo, un gobernante poderoso y lleno de ira por todo lo que se le fue arrebatado y ahora él cumpliría con su venganza.
Caligo era un mago muy poderoso de alto nivel y gracias a eso llego hasta arriba. Con ese estatus empezó a esparcir sus ideales por todo el imperio, que los no mágicos eran débiles, y que por su falta de magia solo servían para ser esclavos, eran inútiles. Pronto, muchos magos, brujas y hechiceros tomaron la palabra, escuchando como habían asesinado a su familia a sangre fría por practicar la magia.
Decía que las personas "normales" les tenían miedo, que estaban celosos de su poder y querían deshacerse de ellos y la única manera para que eso no pasara era con fuerza, enseñándoles lo poderosos que eran y que ellos no eran nada más que basura. Dividiendo así al imperio en dos partes : Mágicos y no mágicos.
Los mágicos eran obviamente los que estaban de acuerdo con la visión del emperador, mirando con repudio a los demás, sintiéndose superiores a ellos, hambrientos de poder, usando su don para aterrorizar a los demás. Mientras que los no mágicos, eran simples campesinos, sastres y herreros, viviendo en terror y miseria, lo que cultivaban se lo daban al emperador, en muestra de su sumisión para no ser castigados con sus poderes.
Pero entre ellos vivían también hechiceros que se habían revelado contra la tiranía de Caligo, protegiendo y ayudando a los desdichados que habían sido abusados por el poder de sus caballeros y del mismo emperador. Escondidos entre las casas, pues el castigo por traición hacia él era la muerte.
