C a p í t u l o 6

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C a p í t u l o  6


Niall.

 Sus manos tocan abiertamente mi torso desnudo. Me encanta que haga eso mientras está dormida. Nunca le ha gustado no sentirme al lado suyo. Se remueve en la cama y apoya su cabeza en mi pecho. Su expresión es relajada pero se ve que está feliz, sus labios la delatan.

Me propongo el levantarme, pero no puedo. Ella me tiene amarrado. No la podría dejar en este estado, aunque tuviera la mejor comida del mundo esperándome allá abajo.

Mi estómago comienza a sentir unos pequeños cosquilleos al acariciarle el cabello. Su respiración es serena y bella. Amo cuando duerme.
Pensar que hace solo unas horas la había hecho mía. Recordaba el camino de besos que había dejado por su cuello, sus ricos labios en mi boca, sus manos en mi espalda, el brillo en sus ojos, su respiración en mi boca. Cierro mis ojos tratando de pensar en otra cosa. Sus ricas comidas, su linda sonrisa, sus atrevidos pies golpearme debajo de las sabanas cuando hago bromas, su expresión al verme traer casi todo el refrigerador en mis noches de antojo. Me gusta todo de ella…y ahora amo todo de ella mucho más, porque trajo dos felicidades más a mi vida.

De pronto siento el fuerte llanto de uno de mis hijos, y mi esposa se remueve. Me levantó antes que ella, no quiero que despierte. Es muy bella en ese estado, además, se ve algo cansada.
Me pongo rápidamente mis calzoncillos y camino hasta la habitación de mis pequeños. Abro  la puerta y mis pies sienten el suave rosar de la alfombra. Nunca se me había pasado por la cabeza que mi habitación anterior sería, ahora, la habitación de mis hijos. Llego hasta la cuna de Zeus y lo tomo en mis brazos para calmarlo.

Sus ojos dicen algo, no llora solo por llorar.
-¿Qué quieres Zeus?-Le preguntó sabiendo que no tendré respuesta. Y Zeus sigue llorando.
_____ siempre hace algo…ah, ya recuerdo, roza su dedo en su boca y ve si tienen hambre. Yo hago lo mismo, mi dedo índice lo rozo en su boca, pero mi hijo –algo hambriento-toma de mi dedo y lo obliga a estar en su boca. Succiona y succiona como si no tuviera un mañana.
-¿Zeus tienes hambre?-Le pregunto y este en respuesta comienza a lloriquear más fuerte.-Okey, iremos a prepararte el biberón, tu madre está durmiendo y no queremos molestarla.

Camino con Zeus en mis brazos hasta la cocina. Es sorprendente como todo tu entorno cambia cuando tienes un bebé en casa, ahora no tenía a mis amigas cervezas en el refrigerador, si no, papillas para bebés y millones de cosas que yo no entendía. Había sido algo repentino, pero me gustaba, era una hermosa vida junto a ______.

Deje a Zeus en su silla especial frente a mí. Este ya no lloraba, si  no, me miraba con esos hermosos ojos que me recordaban a su madre, curiosos e hipnotizantés.
-Bien…-Digo mirando el pequeño biberón y la leche.- ¿Cuánto de leche es que te hecha tu madre, eh?-Miro a Zeus pero este no hace nada, solo mueve sus pequeñas manitas.-Okey, creo que eso significa dos ¿No cierto?-Lo miro.- Diablos, esto es ridículo.

Vuelvo mi concentración al biberón. Bien, ya tiene dos cucharadas de leche, ahora solo una pisca de azúcar para que este rica y agua; Pongo el agua a calentar y espero mientras entretengo a Zeus, sacándole bellas fotos.

Como me gusta estar en contacto con mis fans, la subo a twitter. Esa gran red social que sacó adelante a One Direction cuando quedo en segundo lugar. Le agradecía mucho a esa maravillosa red social.

Un rico desayuno, con uno de mis dos campeones. Mamá Duerme, Papá a carco.”.

Milésimas de segundos después, millones de fans estaban contestando, retitweando y marcando como favorita mi foto. Deje mí  celular encima de la mesa y fui a revisar el agua.
Hirviendo.
Perfecto Niall, ahora quemaras a tu hijo.
Con cuidado vertí el agua en el biberón. El vapor salía con ferocidad, y yo solo quería hacerle una rica leche a mi hijo. Demonios.
-Lo siento Zeus, vas a tener que esperar un poco más.
Puse su leche en el agua helada para que se enfriara un poco.
Y Zeus comenzó a llorar de nuevo.
Lo tome en mis brazos y lo mese para que se calmara. Mis brazos pedían a gritos que lo abrazara y no lo soltara nunca más, mi pequeño era tan débil e indefenso que no me gustaría que estuviera solo.

-Papi siempre estará para ti Zeus.-Dije mientras acariciaba su mejilla.-Para ti, para tu hermanito y tu hermosa madre…-Lo mese aún más y este seso de llorar.

La leche estaba tibia, así que puse la tetilla del biberón en la boca de Zeus. Y este como si nunca en su vida hubiese comido se terminó la leche en un dos por tres.

-¡Zeus!-Exclame sorprendido.-Tu…tu leche ya la acabaste.
Mire con asombro el biberón. Ni siquiera había dejado sobra.
-Pero niño, ¿Acaso tu madre no te da leche?

Y en ese momento, entro la reina de roma. Con su bonito pijama que la hacía ver más tierna de lo que era y nuestro Tedy en sus brazos.

-No es que no le de leche Niall.-Se acercó a mí y beso cortamente mis labios.-lo que sucede es que es hambriento como el padre. No me imagino lo que tuvo que haber sufrido tu madre, pobre mujer.
Se alejó y como si tuviera brazos de calamar, preparo dos biberones con la leche templada. Todo perfecto.
-Tenemos suerte de que Tedy salió a su madre.-Me pasó el biberón de Zeus y ella le puso la tetilla en la boca a Theodore. Mi pequeño, mucho más calmado que Zeus, comenzó a beber.-Ves, él es como su madre.
-Si lo sé, pero tiene los hermosos ojos del padre.
-Y Zeus tiene los maravillosos ojos de la madre.

Nos miramos por un momento; cada uno le daba de beber a un niño pero no nos quitábamos las miradas de encima. Sus labios estaban curvados levemente, reprimiendo una sonrisa. Algo maravilloso de es pectar era ver a tu hermosa mujer cargando a uno de tus hijos. Me acerco a ella y beso su mejilla.

-Feliz navidad cariño.-Le sonrío mostrando mis dientes y vuelvo a besarla, pero esta vez en su frente. Me alejo levemente para observarla. Sus mejillas están algo sonrojadas y sus bellos ojos no dejan de ver a los míos.
-Feliz navidad Niall.


Después de un hermoso desayuno fuimos a abrir los regalos.
-Abre este primero, es de tu madre.-me dice mientras se sienta en el suelo. En un brazo tiene a Zeus y en el otro a Tedy.
-Está bien.-Abro el papel y escondo una gran carcajada.- ¿De verdad este es el regalo de mi madre?
Ella asiente.
-Papá de niños.-leo en la camiseta. Y en la espalda había una entretenida fotografía de _____ y los niños.-Mi madre…-Digo mientras me pruebo la camiseta.
-Creo que mi suegra también sabe marcar territorio.-La miro y veo como sonríe.-Con esto ninguna chica se te acercara.

Me encanta cuando esta celosa y mucho más me gusta hacerla enojar.
-Te equivocas princesa. A las mujeres les gustan más los hombres casados y con…
-Cállate y sigue abriendo tus regalos.

Mi chica mira a los niños tratando de esconder lo ruborizada que esta por los celos.
-Oh preciosa.-Digo levantándome. Me siento detrás de ella y hago que su cabeza se apoye en mi pecho.-Sabes muy bien que no quiero a esas modelos, solo te quiero a ti y a mis hijos.
Alza su cabeza y besa por debajo, mi mentón.
-Sí, tienes razón.-y sus labios viajan de mi mentón hasta mi cuello y de mi cuello de nuevo a mi mentón.-Ahora termina de abrir tus regalos, que el último es el mío.
La miro confundido.
-¿Y cuál es tu regalo?
-En la habitación lo sabrás.-susurra y se levanta para ella también abrir sus regalos.

Media hora después, acuesto a Tedy en su cuna y mi chica a Zeus en la de él.
Me sonríe cuando ya terminamos y se acerca para besarme.

La beso con una sonrisa en mis labios, siempre me ha gustado cuando se comporta así. Siento el latir de su corazón en mi pecho y su acelerada respiración en mis labios. La subo hasta mi cintura y ella enrolla sus piernas en mí.

-Feliz navidad, mi amor.-dice; entramos a la habitación y caemos en el juego de las caricias, en el juego de la pasión. En el juego del amor.

Siguiendo las huellas del destino|Niall Horan| Trilogoa.Where stories live. Discover now