grey ♡ minsung

01 ; han

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La primera vez en la que sus ojos se fijaron en tí, tu corazón latió fuerte hasta vibrar contra tus oídos y tu respiración pareció detenerse.

— ¿Hola?

Relamiste tu boquita, sin saber qué decir o qué hacer. Analizaste el rostro de tu compañero de música, su piel parecía muy suavecita y sus labios brillaban.

— S-Soy Han JiSung. — Te limitaste a responder con torpeza, él parpadeó incrédulo y te sonrió.

Oh, su sonrisa.

— JiSunggie. — Dijo el desconocido. — Soy Lee MinHo, tengo ocho y... Tu cabellito amarillo es muy bonito.

No respondiste, ¿de qué estaba hablando? Ladeaste la cabeza y formaste un pequeño pucherito al fruncir tus labios.

— Tengo seis. — Hablaste tras unos segundos en silencio.

— ¿Quieres salir a jugar? El Sol brilla mucho hoy. — Ofreció el más alto, extendiéndote su mano izquierda.

Lo observaste a él, después a la ventana con las cortinas cerradas, y así un par de veces más. Juntaste ligeramente los párpados para mirar a través de tus pestañas y negaste con la cabeza.

— N-No puedo hacerlo. — Murmuraste con frustración. — Duele...

— ¿Duele? — No parecía molesto, solo confundido.

— Aquí.

Señalaste a tus ojos, haciendo una mueca cuando MinHo formó una trompita con sus belfos brillantes.

Cuando el mayor se alejó, pudiste sentir la tristeza adormecer tu pequeño cuerpo. Mordisqueaste un poco tu lengua e inhalaste profundo para no llorar; era la primera vez que alguien mostraba interés en ser tu amigo y creíste que lo habías arruinado.

— Cuando el profesor te dió a escoger el color de la ficha para escribir tu nombre, dijiste que todas eran iguales.

Diste un pequeño brinco sobre tu asiento al escuchar la voz de MinHo cerca nuevamente, el mayor arrastraba su silla con un poco de dificultad hasta acomodarse al lado tuyo.

— ¿Por qué?

— ¿Eh? — Sin querer, te habías concentrado en verlo un poco más antes que en escucharlo.

— ¿Por qué dijiste que todas eran iguales? — MinHo señaló tu pecho, en donde colgaba una hojita que el profesor les entregó a inicio del día para que anoten sus nombres.

— ¿Porque lo son? — Reíste un poquito y te encogiste de hombros.

— No es cierto, son de distintos colores. — Gruñó el más alto y se cruzó de brazos. — La tuya es azul; la de SeungMin, roja y la mía, verde.

Abriste la boca, sin embargo, no emitiste palabra alguna.

“¿Distintos colores? Pero yo...”.

Tragaste saliva y reíste, los nervios hormigueando sobre tu piel y la vergüenza alarmando en tu cabeza.

— MinHo, yo solo puedo ver gris.

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